El corazón es como una margarita. Cada vez que haces daño al dueño de la margarita,
esta pierde un pétalo.
Irónicamente, el último pétalo siempre dice que le quieres.

VII
El corazón es como una margarita. Cada vez que haces daño al dueño de la margarita,
esta pierde un pétalo.
Irónicamente, el último pétalo siempre dice que le quieres.