InoAoi Oneshots 🐗💙

El verdadero rey... ¿o reina?

Para tratarse de un día tranquilo en la Mansión Mariposa, unos ruidosos gritos proviniendo de dos voces distintas, se hacían notar por toda la estancia.

"¿¡Qué crees que haces fuera de la cama!? ¡Vete a tu cuarto! ¡AHORA!"

"¡El GRAN Jefe te ordena que no le sigas ordenando! ¡Conoce tu lugar, esbirro!"

Cuando acababa de traer la ropa de todos los pacientes recién lavada del tendedero del patio, había visto cómo un joven de cabello negro y puntas azules se dirigía furioso hacia ella, para agitarla de los hombros. Al haber regresado de una peligrosa misión, la agotada enfermera había aprovechado de lavar su sucia y ensangrentada cabeza de jabalí, mientras estuviera anestesiado después de todo el chequeó que tuvo que hacerle desde que llegó.

Aparentemente, había despertado y lo primero que decidió hacer fue acosarla sobre el paradero de su preciada máscara. No importa cuántas veces ya le haya explicado, el irritante joven seguía con lo mismo, el esfuerzo que hacía, visiblemente, afectando las suturas que hace poco le había cosido, para el disgusto de Aoi.

Con una sola mano mantenía todas la vestimenta limpia en su lugar, mientras que con la otra hacía todo lo posible con detenerlo y obligarlo a que regresara a descansar. 

"¡A esta hora deberías estar acostado una vez de haber tomado tu medicina!"

"¡Ni loco me tomaré esa mierda horrible! ¡SOLO DIME DÓNDE ESTÁ MI MÁSCARA!"

"¡Te dije que la acabo de lavar! ¡Cuando se termine de secar te la daré! ¡Ahora vete a dormir!"

"¡Tú no me dices qué hacer!"

"¡Cerdo estúpido!"

"¡Maldita bruja!"

Aoi estaba a punto de gruñir, cuando se suponía que él era el que actuaba como el animal que, normalmente, (a excepción de este momento) portaba en su cabeza. ¿Cómo no entendía que solo se curaría si descansaba bien? ¡Y aún así se atrevía a gritarle e insultarla! 

Si había gente que ella no soportaba era aquellos quienes no les importaba su propia salud y bienestar. Solo hacían que todos sus esfuerzos en ayudarlos a recuperarse se estropearan, dificultando su trabajo.

¿¡Acaso no sabía que ella solo quería que se mejorara!? Mientras más rápido se sane, más posible será que se largue a su próxima misión, por fin, dejándola con una existencia más pacífica en la Finca. 

¡Pero el condenado, simplemente, no cedía! Siempre con la misma locura de que era "rey" y "jefe", que lo obedeciera; bla, bla, ¡BLA! ¡Ya estaba harta!

Hubo un momento en el que Inosuke la jaló de sus coletas para que lo dejara en paz y parara de obligarlo a dormir.

"¡Suéltame! ¡No ves que como el rey de las montañas soy más fuerte que tú! ¡Deja de pelear conmigo cuando es inútil!"

Durante el forcejeo, todas y cada una de las piezas de ropa fresca y de buen aroma cayeron de su brazo para ser aplastadas por los sucios pies del salvaje joven.

Había tardado HORAS para que TODOS y cada uno de los uniformes de la gente en el hospital de la Finca estuvieran preparadas para cuando se recuperen. No ha dormido en días. Luego tenía que limpiar donde algunos habían vomitado, checar la salud de los demás, cocinar la cena de cada uno de los que descansaban aquí, cosas que pudo haber hecho hace tiempo de no ser por entretener al paciente más problemático que tenía de que volviera a su cuarto.

Con un hondo suspiro y varias venas en la frente, la muchacha de sombríos ojos azules jaló al joven del cuello de su camisa de hospital, ganando una expresión de asombro de parte del mismo por su cercanía.