2: El Inicio de Todo

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König en este momento estaba procesando todo lo que había pasado mientras lo ayudabas con su situación, y pudo admitir que, en efecto, los elogios que recibías por tu trabajo eran ciertos.
Pero lo que más lo dejó marcado de esto, fue lo que sintió. Para él, fue como si le prendieran fuego, mentalmente, claro.
Un efecto que se puede describir como un tipo de tortura en la cual, no piensas en lo que dices o haces y dejas que la adrenalina tome el mando del asunto, como si te estuvieran obligando a soltar lo que llevas dentro, no necesariamente hablando, sino por lenguaje corporal.

Ese sentimiento predecible que alguien tendría si de verdad lo estuvieran torturando, haciendo y diciendo todo lo posible para que la situación acabase, pues déjame decirte, que ese no es el caso para König.
Se puede decir, que después de que sintiera que lo quemaran vivo, ahora tiene quemaduras que, al parecer, no podrán sanar, porque él deseaba aumentar la flama aún más, a tal punto de que empezaría a jugar con fuego, solo para sentir lo que sintió cuando lo ayudabas.
Al parecer, este encuentro entre tú y el solo es el inicio de algo que subirá de tono en cuanto menos te lo esperes, pero por ahora, solo toca esperar y enfrentar al futuro por delante.

Así como hay diferentes maneras de comunicarse, lo más probable es que él quiera comunicarse a través de acciones en vez de palabras, ya que la ansiedad de König sigue presente. Pero lo que sintió en ese momento es más fuerte fuerte que esa ansiedad, el quiere compartir ese fuego que quema sus venas, y verte sucumbir en él, solo que esta vez, el será quien encienda la llama entre ustedes dos.
Para él, este encuentro valió más que mil palabras, y fue lo que le dio la luz verde para hacerte jugar su pequeño, retorcido juego, y no va a aceptar un NO por respuesta...

"Bueno Coronel, eso sería todo, me alegra que halla acudido a mi para ayudarlo, y ojalá se recupere pronto." König sintió tu tono de voz, suave y atenta, mientras caminabas junto a él con una pequeña sonrisa hacia la salida del consultorio para despedirlo y continuar con tu día.
Tu mano alcanza el pomo de la puerta, y rápidamente, los dedos de él también la alcanzan para cerrar la cerradura en su lugar. Su brazo extendido roza el tuyo y te tiene atrapada entre la madera y su cuerpo inmóvil.

El cierra la puerta, y por un rato te quedas así, con el respirando detrás de ti, y tú manteniendo tu cuerpo quieto. König quiere extender la mano, tal vez deslizar su mano alrededor de tu garganta y empujarte contra su cuerpo.
Pero no lo hace, y cuando finalmente te giras para enfrentarlo, se detiene abruptamente una vez que tus ojos se encuentran con los suyos.
"Me resbalé." Interrumpe antes de que tu boca pueda abrirse y decir algo, tu estatura no era algo que lo intimidara, ya que el era más alto que tú, lo que le intimidaba era que descubrieras que quería hacer.
Pero obviamente notaste su acción, no sabías claramente que quería hacer pero decidiste no decir nada y dejarlo pasar.
"Claro, no te preocupes." Sonreíste un poco para hacer la situación menos incómoda, te hiciste a un lado para que el pudiera salir, y König lo hace sin volver a mirarte.
Valla.. que grosero, verdad? No dijo adiós o gracias.. bueno, déjame decirte que es mejor dejar que König se valla sin decir nada antes de que sus pensamientos intrusivos ganen.

Cerraste la puerta de tu consultorio lentamente para empezar a acomodar el espacio que utilizaste para ayudar a König, y así, permitir que otros pacientes ingresen en un espacio limpio y ordenado, mientras tanto, König te dio una ultima mirada con una sonrisa un tanto perversa detrás de su máscara por el vidrio de la puerta del consultorio, antes de empezar a caminar rápidamente hacia la oficina de registro. Quería ver tu portafolio y conocer más acerca de ti.
La velocidad en la que König se dirigía ahí marcaba determinación, prisa y anhelo. Valla, realmente anhelaba ese portafolio tuyo con toda esa jugosa información sobre ti.

Al llegar ahí, la ansiedad de König una vez más lo hizo detenerse, que pasaría si agarra tu portafolio sin permiso? Pues bueno, König miro a sus alrededores asegurándose de que nadie lo estuviera viendo, y entro a la oficina.
A este punto, las ganas de consumir todo ese portafolio de arriba a abajo y recordar todo lo que contenía sobre ti le importaba más, y sin más preámbulo, empezó a buscar en todos lados para encontrar ese portafolio.
La manera en la que buscaba ese portafolio parecía como si su vida dependiera de ello, de verdad lo NECESITABA...

Honestamente, a König ya no le importaba si lo veían agarrando tu portafolio, ya que recordó que era un Coronel, y le podía decir al encargado de cuidar estos papeles, que estaba leyendo tu portafolio por razones de trabajo, confidenciales, etc.
Pero aun así, prefería mirar tu portafolio sin que nadie lo viera porque se sentía expuesto, como si pudieran deducir sus intenciones reales al momento de saber y poseer tanta información sobre ti, y cuando al fin encontró tu portafolio, una enorme y depravada sonrisa se formó en su rostro atrás de esa máscara.. ¿de verdad tenía intenciones sospechosas?..

König sentía una gran carga de poder sobre ti mientras leía cada detalle de tu portafolio, como si pudiera usar esta información de manera posesiva sobre ti.. y le GUSTABA.
"Oh Schätz.. de verdad eres alguien que me gustaría poseer.." Se dijo con un tono suave a si mismo mientras se mordía el labio al momento de ojear tu portafolio, para él, este momento era como cumplir una de sus misiones, y de verdad lo estaba gozando.

Definitivamente eras alguien que impregnaba un efecto de tratar de conocer más de ti, y König no era la excepción como ya has notado.. leyó todo acerca de ti, tus gustos, tus sueños.. incluso leyó cual era tu estatura, color de ojos, incluso ya sabía donde vivías..

A este punto, con tan solo leer tu portafolio parecía que ya te conocía desde hace años, y sí.. definitivamente eras familiar. Mientras él seguía leyendo tu portafolio, no pudo sacar los ojos de una parte.. König se queda estupefacto al leer una sección en donde indicaba que habías estudiado en el mismo instituto que él en la adolescencia.

Verás, König no tuvo una adolescencia del todo satisfactoria, ese momento de su vida le causó ese problema de ansiedad a causa del bullying constante que le hacían.
König aún puede recordar algunos casos que lo envían a parpadear con rabia blanca, uno incluía que lo empujaran a un casillero con comida arrojada.
Fue asqueroso, el olor del sándwich de pescado se propagó rápidamente por el estrecho recinto, y no importaba lo fuerte que golpeara el casillero, lo fuerte que gritara o lo desesperadamente que König intentará calmarse, simplemente, no pudo.

König nunca se refería a él como un hombre que arremete rápidamente, no, ese no es el caso. Pero su mente.. dios, esa parte enferma de su cerebro que está manteniendo viva, es puro impulso.
Ya sea que König fuera pateado o arrojado contra las paredes por sus compañeros de clase, él nunca se defendió físicamente, no realmente. Fue su mente la que se defendió.
Tal así, que se queda con lo que siente en su mente en muchas ocasiones en ves de decirlas, como por ejemplo, lo que sintió en tu consultorio. Eso no se lo planeaba decir a nadie y quedárselo para el mismo.
El recuerda haber visto tu adolescencia en el instituto, disfrutándola al máximo, y tenía que admitir que en efecto, te tenia envidia.

En el instituto eras recordada como alguien estudiosa, dedicada, etc. Prácticamente sigues conservando todas esas cualidades que eran destacadas en el instituto como doctora aquí en KorTac, así que no cabe duda porque a tus pacientes les agradas tanto, y König siempre se ha preguntando, si hay alguna manera de destruir esa pequeña imagen perfecta que conservas de alguna manera, y eso, le intrigaba aún más.
Tú nunca le hiciste nada a él o le hablaste hasta hoy, y ahora que sabe que tú estuviste presente en algún momento de su vida, hace que su hambre por ti aumente.. el quiere enseñarte su perspectiva, todo, y de alguna manera, romper esa imagen tan perfecta que llevas por fuera para finalmente, dejar salir a alguien que es lo opuesto a tu exterior.

Heridas Incurables Donde viven las historias. Descúbrelo ahora