☆ Anónimo ☆ [Kazuscara] (Cancelada)

Capítulo 1: Anónimo

Era un día especial, el baile del instituto, que nadie quería perderse. Unos estaban allí para bailar, otros beber, y otros simplemente, para descansar de los estudios.

Kazuha, un chico aesthetic con pelo rubio, un mechón rojo anaranjado y ojos carmesí, estaba descansando en una mesa con su mejor amigo, Scaramouche, un chico de la misma edad que Kazuha, pelo de color índigo, ojos ligeramente violetas y estilo aesthetic oscuro, conocido por ser arrogante; apartados del resto de la gente.

—Que calor hace aquí —se quejó el chico de mecha carmesí. Fue a abrir su mochila para beber agua, cuando encontró una nota. La sacó y se puso a leerla.

—Te amo —recitó para sí mismo repitiendo lo que leía en la nota.

Sin aviso previo, una mano cogió la nota. —Jajaja, ¿un admirador secreto? —se burló el de pelo índigo tras coger la nota.

—¡Scara, devuélvelo! —exigió Kazuha.

—Vale, vale —obedeció Scaramouche devolviéndole la nota de vuelta a su amigo.

La vista de Kazuha se paró unos segundos en la nota, pensando en quien podría haberla escrito. —¿Estás emocionado por tener una fan?—se volvió a burlar el de pelo índigo.

—Scara, me cansas —se quejó el de ojos carmesí. —Perdón, perdón —se disculpó el de ropa oscura recostándose de vuelta en su silla.

—¿... Crees que poder saber quién es? —le preguntó Kazuha a su amigo. —Ni idea —respondió Scaramouche.

Kazuha suspiró y guardo la nota, ahora arrugada por la intervención de su amigo.

La tarde continuó normal, con algunos desmayos y vómitos en la pista de baile, hasta que llegó la media noche y todo el mundo se retiró de allí, Scaramouche y Kazuha se despidieron y se fueron cada uno a su casa.

Kazuha, al llegar se fue directo a su habitación a dejar allí la mochila y después ir al salón para informar a su madre de su presencia.

—Hola, mamá. Me voy a dormir, dile a mami cuando vuelva que no haga mucho ruido, estoy cansado —le pidió a su madre. —De acuerdo —aceptó esta, no sin antes darle las buenas noches a su hijo antes de dormir.

Acto seguido, el del mechón carmesí dejo sola a la de ojos naranjas en el salón para irse a su habitación a dormir. Aunque le costó un poco conciliar el sueño, ya que estuvo pensando en la nota que había encontrado en su mochila hacía unas horas.