☆ Anónimo ☆ [Kazuscara] (Cancelada)

𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 12: Viaje

¡Buenas!

Querías agradecer muchísmo a todas las personas que estan leyendo y/o disfrutando mi historia, estos siguientes capítulos van a ser interesantes.

Pasaron los días, y con los días, las semanas. Por fín les habían dado las vacaciones de invierno a los estudiantes, ya podían descansar... Pero no por muchos días, ya que tenían el viaje del instituto.

-Ten cuidado -ordenó la de cabello oscuro con un tono amigable. -Sí, sí, mamá. Bueno, ¡luego te llamo! -se despidió el de ojos carmesí mientras salía de la puerta de su casa, dejando atrás a esta.

-Ojalá te lo pases muy bien -deseó la de cabello platino mientras se separaba del abrazo en el que tenía sometido a su sobrino.

-Hasta luego, tía -contestó él mientras caminaba con la maleta hacia el instituto.

Varios minutos después, la pareja llegó al mismo tiempo, y al verse el uno al otro, se acercaron a abrazarse.

-Buenos días -saludó el de cabello índigo mientras se sonrojaba junto a su pareja.

-Joder, estoy muy nervioso -expresó el del mechón carmesí mientras caminaban juntos hacia el autobús.

Tras dejar las maletas dentro del autobús, se subieron a este. -Ey, chicos, ¡por aquí! -exclamó el de ojos celestes desde su asiento, para indicarle a sus amigos donde estaban.

Estos se sentaron en frente de ellos, Scaramouche en el lado de la ventana, y Kazuha en el lado del pasillo.

El de ojos carmesí sacó el móvil de su bolsillo y se dirigió a mandarle un mensaje a su madre.

9:11

Yo
Mamá
Ya estoy en el
bus

A continuación, guardó el móvil y comenzó a conversar con sus amigos, ya que Xiao y Venti se habían sentado al lado suya.

Después de varios minutos de conversación, el autobús comenzó a moverse, generando que todos los pasajeros gritaran de emoción. Debido a esta reacción, el de ojos violetas se tapó los odios con ambas manos.

Tras varias horas de viaje, en las que habían hablado, reído e incluso parado para comer, el de cabello índigo comenzó a sentirse cansado, emitiendo un leve bostezo, que solamente su pareja había notado.

-Scara, ¿tienes sueño? -preguntó el de ojos carmesí mientras posaba su mano izquierda encima del hombro de su amado. -Sí... Un poco -contestó este con los ojos entrecerrados, para a continuación inclinar la cabeza hacia la izquierda para acabar con esta posada sobre el hombro de su novio.

Este le agarró del lateral derecho y le susurró: -Descansa -con un tono dulce y suave, generándole un leve rubor en las mejillas a su pareja.

Después de 9 horas de viaje, finalmente llegaron a su destino. El de ojos violetas se despertó al sentir unos cálidos labios en su frente, al mirar arriba, era su pareja. -Ya hemos llegado -anunció este, mientras se levantaba de su asiento con la mano agarrada a la de su amado.

Al bajar y recoger sus maletas, comenzaron a caminar hacia el hotel. -¿Quién va a ser el encargado de las llaves? -preguntó el del mechón carmesí, mientras llevaba su maleta y la de su pareja, al cual le costaba mantenerse de pie.

-Yo puedo -anunció el de cabello azul marino. -¡Aunque a lo mejor necesito ayuda del gay que está en la sombra! -exclamó, dirigiéndose a su pareja.

Un cuarto de hora después, llegaron al hotel, cogieron las llaves y se fueron en ascensor hacia su apartamento.

Una vez en frente de la puerta, el basquetbolista se colocó delante de la puerta. -¡Redoble de tambores! -exclamó mientras abría la puerta del apartamento.

Era de 24 por 24, tenía 4 habitaciones con dos camas cada una, 1 baño y una cocina que estaba conectada con el salón.

El grupo de amigos entró rápidamente dentro del apartamento para dejar las maletas en las habitaciones. Habían decidido que cada pareja dormiría en una habitación, así podrían tener tiempo a solas sin ningún inconveniente. Así quedaron Xiao y Venti en la primera habitación, Itto y Gorou en la segunda, Xingqiu y Chongyun en la tercera, y Scaramouche y Kazuha en la última.

-Me voy a investigar el hotel -anunció el de ojos azul claro, siendo seguido por Itto y Gorou.

-Xingqiu, ¿revisamos que funcione todo? -preguntó el de ojos carmesí, dirigiéndose a su amigo, quien guardó su móvil en el bolsillo de su pantalón. -Vale, leeré Wattpad luego...

Así comenzaron a revisar que funcionasen los grifos, secadores de pelo, ducha, váter y microondas del apartamento. El de ojos carmesí se detuvo un momento. -Un momento, voy a ver a Scara -indicó mientras caminaba a su habitación y abría la puerta. Dentro divisó a su pareja juntando las dos camas y reorganizando la habitación. -No sabía que te gustaba redecorar lugares -vocalizó el del mechón carmesí, mientras se acercaba a su pareja.

-Sí, me gusta... Es que, estaba pensando en que hoy podriamos d-dormir juntos, tipo, abrazados -sugirió el de ojos violetas mientras se sonrojaba.

-Bueno... Sí, estaría bien, además, hace frío. Voy a poner la calefacción -indicó el de ojos carmesí mientras salía de la habitación, dirigiendose al termostato. Tras activarlo, comenzó a escuchar sonidos raros dentro de la habitación de Venti y Xiao, haciendo que se sonrojara.

Tras varios minutos, comenzó a llover, y al mismo tiempo, regresaron el resto de amigos, con snacks y bebidas, las cuales pusieron dentro de la nevera.

Después de varias horas, se dirigieron al comedor principal del hotel, donde estaban el resto de alumnos. Al llegar, se sentaron juntos en una mesa y comenzaron a comer, mientras conversaban.

—Yo quería hacer algo divertido pero ha empezado a llover —expresó el de pelo blanco. —Divertido es lo que estaban haciendo Xiao y Venti hace un rato —contestó el de cabello índigo, generando que el de mechas verdes se sonrojarse y ocultase su rostro en el hombro de su pareja.

Después de esto, continuaron la cena con total normalidad, hablando sobre los planes que tenían, lo que habían comprado y recomendado sitios para ir.

El de ojos azules claros se dirigió a su novio, el cual estaba escribiendo en el móvil: —Xingqiu, se que estás inspirado, pero no escribas en Wattpad mientras cenamos.

El contrario apagó el móvil para terminar de cenar.

Cuando comenzaron a irse, Scaramouche fue interceptado por la profesora de matemáticas, quien lo desvío de su grupo.

—Buenas noches, Kunikuzushi —saludó la de cabello rosa. —No me llames así —se quejó el contrario.

—Mira... Scaramouche, tienes que arreglar las cosas con Ei, está muy triste últimamente en su casa —explicó.

—No me lo creo, yo no le importo a ella —contestó el de ojos violetas mientras se alejaba rápidamente para juntarse de nuevo con sus amigos.

—Y tu hermana también —pensó la de ojos rosas mientras el contrario se alejaba.