Todos sabemos que para derrotar a Voldemort se necesita destruir los Horrocrux, también sabemos que es peligroso destruir uno y encontrarlos...
Bueno, déjame decirte que una persona sabe cómo buscarlos y puede descubrir cómo destruirlos sin salir la...
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31 de octubre de 1981.
James revisaba un libro desesperado, por fin había encontrado un libro que decía con más detalle las habilidades de su pequeña hija, el hombre seguía buscando más detalles de la maldición a pesar de que su pequeña ya no estaba con él.
-Ya es tarde, James. -su esposa habló mientras se recargaba en el marco de la puerta.
Suspira mientras pasa su mano por su cara. Estaba cansado de la actitud de su esposa. -Ya lo sé Lily, intentó descubrir más de la maldición de Wanda.
Rueda los ojos. -Te dije que dejaras ese tema, esa niña ya no está para hacerle daño a Harry.
James ya no se había sorprendido por su actitud, sin embargo, no dejaba de doler cada vez que Lily se expresaba así de su hija.
-Solo fue una vez….
Camina hacia él enojada. -No fue solo una vez y lo sabes muy bien, si no fuera porque entre a la habitación esa niña hubiera matado a su hermano con esa sombra.
Potter ya no soportaba la actitud de su esposa, sabía que su hija no tenía control de la maldición, pero esa vez que conjuro a esa sombra, no era para lastimar a su hermano.Y eso lo sabía James.
-¡Ya basta Lily! ¡Solo es una bebé, no sabía lo que hacía!
-¡Es un monstruo, es igual…!
Golpea furioso la mesa. -¡No te atrevas a terminar esa frase! ¡Wanda no es igual que él! ¡Solo tenías que entender su maldición, no dejarla en un orfanato!
Ríe sin gracia mientras pasa su mano por su cabello. -¡¿Cuándo dejarás de reclamarme por eso?! ¡Ya te dije que fue lo mejor para Harry! ¡¿Qué querías que hiciera?!
-¡Quería que la dejaras en su cuna! ¡Yo la iba a cuidar, cuando creciera le enseñaría a controlar sus poderes! ¡Pero me quitaste todo, Lily!
-¡Yo no te quite nada, te salve de alguien como ella!
Los ojos de James estaban llenos de rabia y rojos gracias a las lágrimas. -Tú no me salvaste de nada… Tú te salvaste de cuidar a una niña tan increíble. Y creo que tenías razón, lo nuestro nunca debió pasar…. No funciona nada de esto.
Lily guardó silencio y lo vio a los ojos, no pudo evitar sentir culpa y un alivio. Ella sabía que lo suyo solo era por obsesión y por egoísmo… egoísmo, por no dejar que James amara a Regulus Black.