Capítulo 25 Especial Mito Senju

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MITO

— Te contare mi historia Harika por que se que eres de confianza y no me has dejado de la mano. — Todo lo que te cuente será confindencial...

— Si mi señora...

Flash Back

+20 años atrás

Comencé a trabajar en la casa grande del señor Hagoromo Uchiha un hombre de temperamento, muy estricto. Yo solo me encargaba de las flores del hogar. Su esposa Haori. Me apoyaba en la relación con su hijo Madara.

Solo hice primaria y secundaria, porque después perdí a mis padres e Indra Ōtsutsuki me dejo sin nada. Era una niña de diez años cuando mis padres murieron en accidente. El me dejo a mi y a mi hermana, en una casa hogar, era la mayor y debía conseguir trabajo. Tenía veintiuno cuando empecé a trabajar. Nada mejor que empezar ahí. Siempre quise trabajar, y encontré la casa del señor Hagoromo para empezar. No conocía a ninguno de sus hijos después que se graduaron de la universidad pasaron cincos años para conocer a Madara el era el hombre perfecto para mi.

Madara era chico perfecto. Amante a lo que le gusta. Y eso me gustaba. Yo era una simple jardinera. Pero habían entrometidos en el camino Naori y Tajima.

Tajima me decía cosas incoherentes de Madara. Y Naori se encargaba de meterles ideas a Madara sobre mi.

Al paso de los semanas Madara y yo comenzamos nuestra relación a escondidas. Yo simplemente entraba a limpiar las habitaciones con Kohan la cocinera me enseñó muchas cosas como le gustaba la comida a Madara. Era como una madre para mi. Mi hermana Tōka ella decidió ser monja. Ella también se enamoró de Tajima. Pero Tajima estaba cegado por vengarse que don Hagoromo le tenía más confianza a Madara que a su hijo adoptivo. Tajima y Naori trataban de hacernos infelices. Buscaban maneras ella se metía a la cama de Madara. Al día siguiente Tajima me decía que lo dejara que el no era el hombre de mi vida. Y el era el perfecto. Conocía el cinismo de ambos. Naori siempre a deseado la vida de niña rica. Y Tajima solo quería gastar el dinero de su padre adoptivo.

Pero al paso de las semanas comencé a sentirme demasiado mal, vomitos por las noches. Mi cuerpo se sentía tan diferente.

Un día me sentía tan mal que decidí no trabajar, los trabajadores dormíamos en habitaciones separadas. Una noche Madara entro a mi habitación.

— Que te sucede. No te vi en la casa de flores de mi madre. -dijo Madara.

— No me he sentido bien. Me duele el vientre. Tengo vomito y tu perfume que andas. Por Dios! Huele tan mal.

— Déjate de cosas Mito. Es el que te gusta. -empezó a olerse-

— Estas seguro, -dije- no te lo dio la señorita Naori.

— Sabes que las cosas que me regala Naori yo las termino regalando.

— Pero... -corrí al baño a vomitar y el está en la puerta.-

— Segura que fue el perfume, si huelo bien. -decía-

— Creo que iré al médico, para que me recete algo para esto. — Son dos dias seguidos. Me voy a deshidratar.

— Ya tranquila. Ven aquí... dijo-

— pero quítate esa playera. Ese olor me va a matar.

— -me lanza una mirada coqueta- Estoy hablando en serio... -espetó- quítatela. O mejor vete dar un baño. No soporto el olor.

— Mito, Mito. Ya tranquila. Debe ser un problema estomacal. -dijo el-

— Bueno como sea... quizás pase pronto. -dije-

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