Capítulo 28

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IZUMI

Han pasado dos meses, todo ha ido bien. Los niños en sus clases van excelente me dicen que nunca han conocido una maestra tan joven y tan bonita. Para los niños de sexto grado tuve que crear un código de bloqueo en las computadoras para que no permita intentar infiltrarse en el internet.

A mediados del mes pasado lance un programa infantil. Sai me ayudo bastante, Ino y Karin se han encargado de los nuevos diseños que le mande hace unos días...

También lance un programa para los padres que permita saber que es lo que sus hijos miran a través de las pantallas de iPads, teléfonos inteligentes...

Aún no me reúno con la señora Mikoto, ni con el señor Uchiha. Tengo planeado hacerlo el fin de semana. Invitarlos a lo restaurante de la ciudad. También quiero ayudar a la señora Mikoto en el hospital. Colaborarle como portador en el área de materno infantil. Por lo que he visto el hospital no cuenta con áreas para que las mujeres embarazadas estén en una habitación con su familia y puedan tener su parto en la misma habitación. Trataré que todo sea modernizado y con la infraestructura de calidad y maquinaria necesaria.

Quiero planteárselo, haber que decide y hablar con el hijo de Shukaku, el es ingeniero civil, plantearle la situación y cuánto es los requerido. Así podría hacer una modelaje a conmemoración a construir el área. Sakura me ha adelantado todo. Su jefa, la doctora Tsunade le comentó que le encantaría conocerme.
Le confesó como una muchacha tan joven tiene tanta capacidad...

El día de la cena llego. La señora Mikoto vestía elegante y el señor Madara igual. Veo que les encantaba los regalos que les he estado enviando, siempre los hice anónimamente. Yo vestía un vestido corto hasta las rodillas, estilo de patinadora con manga corta, hombros descubiertos, dobladillo asimétrico, de color morado.

Los veo a lo lejos. Me levante de mi asiento para recibirlos.

— Cariño -saludó la señora Mikoto.-

— Como está doctora -dije- — Señor Madara, un gusto verlo nuevamente.

— Hola pequeña...

— Como han estado. -pregunté-

— Muy bien linda. -dijo ella-

—Que bueno volver a verla después de tanto tiempo. -dije-

— Bueno aunque el abuelo se da sus escapadas a ver cómo ibas en los estudios... dijo ella-

— Siempre me ha gustado velar por las necesidades de mis viejos trabajadores -dijo el-

— Dinos para que nos citaste esta vez. -dijo ella-

— Los reuní, por qué quiero ayudar y ser colaboradora en el hospital donde usted es directora.

— Claro linda, será un gusto.

— Pero lo quiero hacer de manera monetarista y que sea con la mínima discreción que se pueda, y también quiero ayudar a remodelar el área de materno infantil.

— Entiendo. -dijo ella-

— Donde solo haya un piso completamente de área de mujeres que dieron a luz, que están en parto. Puedan tener su propia habitación de cuidados... etc. dije-

— Exacto. -dijo ella-

— Donde ellas puedan recibir la mejor atención posible de calidad. Infraestructura y maquinaria de calidad. Donde cada habitación tenga lo necesario y toda habitación privada para todas esas mujeres. -confesé-

— Pero como lo haríamos. -hablo Madara-

— Porque no hacemos un evento de beneficencia. -dije-

— Pero de que se trataría -dijo Mikoto-

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