Ganarse el corazón de un Ars Goetia

Capítulo 3: Un nuevo comienzo sin ti

Buenos días o noches, antes de comenzar con este capítulo lamento la demora en que ando actualizando esta historia, sin embargo he estado sobreexplotada de tareas y exámenes por parte de la universidad, además de problemas emocionales. Pero eso si no pienso dejar esta historia de un lado. Además ya extrañaba escribir esta historia. 

Bueno les dejó a que disfruten este nuevo capítulo. 

Al día siguiente Blitzø junto con el equipo M & M hicieron todos los pedidos que habían pedidos los clientes para terminar con la vida de quienes les jodieron en las vidas de esas desafortunadas almas que llegaron al infierno cuando aún estaban vivos.

Por suerte para estos imps esas misiones, fueron pan comido para terminarlas.

Al llegar a la oficina, a pesar que Millie y Moxxie celebraron la victoria de los trabajos finalizados, pues en una parte presenciaron como su jefe se metió a su oficina sin mostrar ningún signo de emoción, siendo que contrariamente se la pasaba hablando hasta por los codos.

– Cariño, – dijo Millie acercándose a su esposo – ¿No crees que algo malo le está pasando a Blitzø? Dijo ya no se entusiasma con las misiones ni menos con todo el dinero que nos van a dar los clientes, no Mox, ya este asunto me está preocupando. – Dijo temerosa.

– Yo igual amor, como quiera que fuera una vez honesto con nosotros, porque incluso intente hablar con él, sin embargo conociéndolo como es, es imposible sacarle alguna verdad. – Hablo seriamente, quedándose viendo mujer y marido a la puerta de su jefe.

Mientras tanto Blitzø en su oficina, estaba en su sentado en su asiento, viendo las mismas fotos que vio cuando llegó a su departamento después de dejar a Stolass en su elegante castillo, tras lo ocurrido en Ozzie.

Al llegar a la foto donde era abrazado por su príncipe, recordó ese momento.

Flasblack

En esa noche tras terminar el acto de copulación, Blitzø cayó rendido en el pecho emplumado de ese Ars Goetia, tras haberse cansado de tanta acción.

– Blitzy, adoro estás noches de pasión, ojalá esto nunca acabe. – Dijo muy excitado, pero con una sonrisa cálida hacia su imp, conservando esas pupilas de corazones que reflejaba en su mirar.

– Si –dijo secamente, poniéndose a lado del príncipe, y este se volteó para presenciar su rostro. – Últimamente has mejorado mucho en la cama, a comparación de la primera vez.

Al oír estas palabras Stolas, lo abrazo, dando una sonrisa, cerrando sus ojos.

– Me alegra mucho que pienses eso de mí, – aquel imp, al sentir los brazos acogedores de ese búho, usualmente en sus anteriores encuentros, le molestaba mucho ese tipo de afecto que le mostraba ese gran demonio, pero por alguna rara razón, no quería que ese momento acabara ¿Acaso le tenía admiración, se estaba encariñando o simplemente se había acostumbrado a ser el juguete sexual de un sangre azul? Esa pregunta no tenía muy bien claro aquel diablillo, sin embargo pensaba que tal vez era la última opción. – Pero ¿Te dijo que es lo que más me gusta de estás noches?, mi querido Blitzy.

– ¿Tener a un campesino rudo en tu cómoda cama real, mientras cumplo cada fantasía sexual? – Pregunto con indiferencia, al oír esta respuesta Stolas, solo rio con nerviosismo, habiendo un ambiente silencioso por unos minutos.

– Tal vez, pero lo que realmente me encanta... Es que estoy contigo.

– A ya, calla pajarraco, – empujo un poco al ave para que lo dejará de demostrarle ese amor, que a su punto de vista era más falso que su existencia – la verdad ya estoy cansado de complacerte y mañana tengo que llegar temprano a la oficina. – Interrumpió con un poco de enojo, volteándose al otro lado de la cama, para dejar de ver al demonio emplumando.