𝐄𝐥 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐒𝐭𝐲𝐥𝐞𝐬 [𝐋.𝐒]

𝟑𝐎

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La familia daba un paseo por el pueblo, habían recibido muchas quejas de que la calle estaba llena de baches entonces habían aprovechado la salida para dar un paseo.

—Si está muy fea... Mira esos hoyos —habló Louis haciendo una mueca.

—Ya van tres calles que tienen muchos hoyos, hablaré esto con Liam y otros —dijo Harry mientras cargaba a Nix en sus brazos.

Jareth y Joritz observaban a todos los que pasaban a su alrededor, gruñendo a todo aquel que miraba a su mamá.

Louis al escuchar muchos gruñidos por parte de sus cachorros, volteó a verlos con curiosidad.

—Cachorros, ¿Por qué gruñen? —cuestionó.

Harry por otro lado sonreía triunfante, había educado muy bien a sus cachorros ya que nunca dejaban que un alfa o beta se acercara a su mamá ya que ellos no dudaban en gruñir.

—Te protegemos, mami —respondió Joritz con una sonrisa orgullosa.

—¿De quién?

—De ese alfa sucio —señaló Jareth a un alfa que iba pasando por ahí y no dejaba de ver a su mamá.

Louis sujetó la mano de su hijo— No señales a las personas.

—Déjalo, cariño. Mejor vamos a comer roles de canela —opinó el rizado con una sonrisa— ¿Quieres roles de canela, Nixy?

—Sip —asintió con su cabeza mientras jugaba con un juguete.

Los ojos de Louis y los gemelos brillaron al escuchar eso, inmediatamente el ojiazul sujetó la mano de sus cachorros y corrieron a la panadería más cercana, dejando atrás a su esposo e hija.

—Tu papi y hermanos son unos golosos —comentó con una sonrisa antes de ir detrás de su esposo e hijos.

Después de un largo rato en la panadería, la familia ahora estaba sentada cerca de un río, disfrutando de la vista y aquellos postres que compraron.

Harry y Louis veía jugar a sus cachorros con el agua y unas piedras que están en la orilla del río.

—Gracias, alfa —habló el omega sonriendo.

El alfa lo miro confundido— ¿Por qué...? No entiendo.

—Por darme esto... —respondió mirando a sus cachorros, giró levemente su cabeza para ver al alfa— Gracias por darme amor y una familia.

Harry soltó una risa nasal— No. Gracias a ti por llegar a mi vida, Lou.

—Ojalá te hubieras conocido antes de mi primer matrimonio... Pero no importa, al fin y al cabo soy muy feliz contigo —sonrió tiernamente.

—Soy muy afortunado por tener un omega tan lindo como tú, gracias a ti los cachorros son hermosos —opinó.

Louis le dió un leve golpe en las costillas con su codo al rizado.

—Aunque no fuera lindo mis cachorros seguirían siendo hermosos.

El alfa rió— Eres la persona más hermosa ante mis ojos y los ojos de cualquier persona —tomó con delicadeza la mano del ojiazul y retiró el guante de encaje que traía puesto, besó el dedo anular que era adornado por un anillo de oro— Pero solo yo tengo la dicha de decir que eres mi esposo, mi omega...

Louis miró al rizado unos segundos antes de hablar— Somos muy afortunados de tenernos el uno al otro.

—Yo soy el más afortunado —se acercó un poco más al cuerpo del ojiazul— ¿Me amas?