➳[ EXTRA ]

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―¡Park JiMin! ¡No dejes que Chimy te enrede con la correa!

El matrimonio Park Min ya de diez años de matrimonio, caminaba tranquilamente por aquel parque, a pesar de estar en el mundo de los muertos, no era nada distinto con el mundo de arriba. Yoongi tomó asiento en una banca, para observar a su torpe pero dulce esposo perserguír aquel can que no dejaba de corretear al pequeño Jongseong de apenas ocho años. Si, adoptarón a su pequeño Jay hace unos cuatro años atrás, cuando el pequeño llegó al bar, donde llegaban todos los nuevos en aquel mundo.

Jongseong había muerto a causa del cáncer, se sintío muy triste al despertar en un lugar, donde sus papis vivos, no se encontraban, pero fue ahí donde conocío a Yoongi, quien trabaja como camarero en aquel bar, ese mismo día le dio albergue en su hogar junto a JiMin, quienes pocos días después (con el consentimiento del menor) lo adoptarón como su pequeño hijo, mientras sus verdaderos padres llegaban a aquel mundo.

―¡Papi Yoon!― El pequeño se acercó al pelinegro. ―¡Papá JiMin está enredado en la correa de Chimy! ¡No puede pararse! ¡Parece una tortuga queriendo dar vuelta sobre su casita!

Ambos rieron mientras se dirigian al torpe cádaver que se encontraba tendido en el suelo, con Chimy sobre su pecho, mordisqueando el cuello y mandibula de su amo.

―¡Oye pequeño vibrón! ¡Sólo yo puedo morder a mi Jiminnie!― El perro ladró en respuesta.

―¡Papi Yoon! Eso no se dice en público. ―El pequeño estaba colorado hasta la raíz de su cabello, cubriendo su sonrisa con sus manitos.

―¡Aish! Esta bien mi pequeño Jay― Acaricio la cabellera castaña del menor.

―Gatito, ¿puedes ayudarme?― El rubio se movia tratando de safarse de la correa, fracasando en el intento.

―Mi torpe y hermoso esposo― Suspiró sonríendo a su lindo rubio, comenzando a desenrollar la correa.

―Torpe, hermoso y todo tuyo Yoonie...

Ambos sonrieron, conectando sus miradas. Apesar del tiempo, su amor sólo ha ido en aumento, acercándo sus rostros, sin perder la conexión de sus ojos, se acercaban, sus labios comenzarón a rozarse hasta que...

―¡Papás!― El pequeño llegaba corriendo con un semblante lleno de preocupación. ―¡Hay un niño llorando haya!

Rápidamente liberó a su esposo y llegarón a donde el pequeño castaño los habia llevado. Detrás de unos arbustos secos, hecho un ovillo, un pequeño peli negro que temblaba aferrado a sus piernitas. El pelinegro se acerco un poco al pequeño, quien solo se encorvó más al sentir el toque de Jongseong en su hombro.

―¡Soy yo de nuevo!― Habló un poco indignado el castaño. ―Traje a mi papis para que te ayuden ¡como te prometí!

El castaño alzó su pequeño y pálido rostro, mirando con sus grandes ojos asutadizos a los adultos frente a él, se hizo un poco más pequeño en su sitio mientras murmuraba un timido "hola".

―Hola pequeñín ¿cuál es tu nombre?― Saludó el rubio abrazando a su esposo y a su hijo.

―Jungwon....

―Jungwon, lindo nombre― Susurró el pelinegro mayor, sonriendo. ―¿Y tu padres pequeño?

Los grandes ojos del pequeño Jungwon se cristalizaron, su pequeño cuerpo comenzó a temblar: ―Yo...yo no tengo padres...

―¿No... están... muertos?― Preguntó el rubio con cautela, suspirando al ver la respuesta negativa. ―Entonces... Sólo es cuestión de tiempo para que esten aquí, con nosotros... ¿No?― Miró a su esposo, suplicando ayuda con la mirada.

―Es que... yo... yo no tengo... no...― Su voz tembló, el pelinegro mayor se acercó hasta el menor, abrazándolo cuando el pequeño comenzó a sollozar. ―Yo no tengo papis...

Yoongi miró a su esposo, su corazón se contraía dolorosamente. Jongseong comenzó a jalar la camisa del rubio, llamando su atención, se abrazo al cuello de su padre y susurró en su oido.

―Papá, ¿porqué no adoptan a Jungwonie así cómo lo hicieron conmigo?― El pelinegro miró al castaño consolar al menor. ―Me gustaría tener un hermanito... Y él no puede estar solito... Estar solo es feo.

El rubio sonrío, beso la mejilla de su hijo, orgulloso de su pequeño retoño. Se acercó hasta donde estaba su esposo con el pequeño castaño, dió un casto beso en los labios del mayor y después acaricio los cabellos castaños del pequeño, quien salío de su escondite para mirar al rubio.

―Siento mucho que estuvieras solo, pequeñín― Sonrío con pesar. ―A veces el destino puede ser demasiado cruel, arrebatándonos algo muy importante para nosotros, pero gracias a eso encontramos lo que nos hacía falta en nuestras vidas, lo que nos complementa― Sonrió en dirección a su esposo, quien lo miraba lleno de orgullo y amor, para luego bajar su mirada al pequeño de ojos grandes. ―Quizás no seamos tus padres genéticos, o no somos los padres que tú esperabas pero... Queremos que seas parte de nuestra pequeña familia Jungwon; Yoongi, Jongseong y yo queremos que seas parte de nosotros ¿Qué dices?

Los enormes ojitos del pequeño Jungwon se iluminaron al escuchar lo último, el menor no había entendido nada de lo que el rubio habló sobre el destino y todo eso, ¡A penas tenía cuatro años! Pero si entendío que le ofrecían su casa, una vida, una familia; había deseado tanto que una familia lo sacará de aquel horrible y solitario orfanato, que no le importó lanzarse a los brazos del rubio repitiendo una infinidad de veces "si".

―Bien, ahora eres el nuevo integrante de la familia― El rubio lo tomo en brazos, mientras Yoongi cargaba a Jongseong. ―Él es mi hermoso esposo Min Yoongi y yo soy Park JiMin, somos tus padres, él es Park Jongseong, tu hermano mayor y ahora tu eres Park Jungwon.

El menor de los Park sonrío en grande. Al fin tenía una familia, su familia.

―Tenemos que ir a registrarlo con el anciano Wang, amor― Habló el pelinegro, abrazando al pelinegro menor. ―Espera a que Namjoon y Seokjin se enteren que tenemos otro hijo, sin duda Jinnie utilizará a Nam como proyectil.

―No me interesa, yo soy muy feliz con mi familia― Abrazó a su esposo mientras con el otro brazo sujetaba contra sí al pequeño Jungwonie. ―Soy muy dichoso de tener a estos dos preciosos niños como nuestros hijos y sobre todo por tener al hombre más hermoso, perfecto, valiente e increible como mi esposo― Sonrío.

―También te amo demasiado Jiminnie.

Y es que sin importar lo que suceda, en la vida, en la muerte ellos se amarían por el resto de la eternidad, porque para ellos, una vida no era suficiente para todo el amor que sentían por el otro.

Mi Novio es un... ¡Cadáver! • [JIMSU] •[ADAPTACIÓN]• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora