VS (Chifuyu fem x Mikey vs Baji vs Kazutora vs Ryusei)

Extra: A solas entre los combates

-Resumen-

Escenas "inéditas" de lo que pasó entre Mikey y Chifuyu cuando los otros no estaban presentes. Advertencia por alto contenido de dulzura.

(Jajaja, no me maten, por favor; parece que había programado éste capítulo para las 10:30 am de hoy en vez de para las 10:30 pm de ayer... Disculpen mi idiotez, me dí cuenta hace un momento cuando entre para escribir un poco, jajaja. Los dejó -ahora sí- con el extra).

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-Extra: A solas entre los combates-

-La chica nueva: Comienza la batalla-

Sábado 2 de Julio del 2005

El comandante de la gran "Tokyo Manji Gang" se encontraba ayudando a su queridísima novia y a su suegra con su mudanza de Kioto a Tokio. La mudanza les llevó casi todo el día, empezando en la mañana y terminando ahora que venía entrado la noche; ambos adolescentes se encontraban ahora tirados en la cama de la menor, descansando luego que haber movido caja tras caja de las pertenencias de las Matsuno. Peke J, otro lado, se encontraba lleno de vitalidad siendo el opuesto a sus "padres"; el minino disfrutaba yendo de lado al otro descubriendo su nuevo hogar, como lo haría casi cualquier gato dominado por la curiosidad.

—Estoy muerta.—se quejó la Matsuno más joven. —Prefiero pelear sola contra toda una pandilla que mover un mueble más.

—Peke J...—llamó Sano siendo dramático como siempre. —Tráenos a tu madre y a mí algo para comer.—el pedido fue fuertemente ignorado por el gatito, mismo gatito que huyó hacia el pasillo. —Traicionado por mi propio hijo, quién lo diría...

—¡Niños, vengan! ¡Ya llegó la comida!—esa era la voz de la señora Matsuno, quien los esperaba en la sala para comer algo para recuperar la energía perdida en la mudanza.

Los adolescentes no necesitaron que les digieran "comida" dos veces, fueron rápidamente con la señora de la casa para poder comer.

—Gracias nuevamente por la ayuda, Mikey-kun.—agradeció la madre de Chifuyu a la vez que le ofrecía un vaso de limonada al novio de su hija, el joven seguro estaba cansado por todas las cosas que tuvo que mover. —La mudanza habría tomado más tiempo de no ser por ti.

—No es nada, señora Matsuno.—contestó el rubio cortésmente. —Las ayudaría a usted y a Fuyu cuando fuera.

—Por favor, no hay necesidad de ser tan formales, puedes llamarme por mi nombre.

Una sonrisa traviesa se dibujó en el rostro del de ojos ónix. —Entonces permítame decirle "suegra".

Ambas mujeres Matsuno abrieron sus ojos con sorpresa, pero la mayor cambió rápidamente su cara a una pequeña sonrisa.

—Bien, después de ayudarnos con todo éste problema, te lo has ganado. Tienes mi permiso para llamarme "suegra", Mikey-kun.—permitió alegre la señora Matsuno. —Pero eso sí, nada de nietos hasta los 20 años mínimo. Con Peke J da y sobra.

Las palabras de la mujer provocaron sonrojos a partes igual a su hija y a su "futuro yerno" como ella había empezado a llamarle en secreto. "Mi difunto esposo, en paz descanse, era igual de descarado a su edad. Jajaja, esto me pone nostálgica." pensó la señora de la casa al recordar viejos tiempos con el que había sido el amor de su vida.

Los 3 rubios cenaron tranquilamente hasta que fue hora de irse, Mikey se despidió de su suegra y, antes de retirarse, le presentó sus respetos a su difunto suegro.