다섯

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La luz entró por la vieja ventana, la cual estaba un poco infestada por algunas telarañas que se acoplaron ante el abandono del lugar.

YoonGi se removió molesto por el calor del sol que le daba directamente en el rostro. Completamente incómodo abrió los ojos, encontrando una imagen que sin duda, le gustaría ver todos los días.
El menor completamente desnudo, con la sábana cubriendo sutilmente su entrepierna, mientras sus largas y delgadas piernas destacaban, al igual que su torso lleno de pequeños moretones.

El pálido soltó una risita y aproximó su mano a la mejilla de JiMin. Este comenzó a moverse, y YoonGi se asustó al creer que la sábana desaparecería de su cuerpo por completo, dejándolo expuesto. Afortunadamente no pasó, aún que ahora el menor se encontraba mirándole atentamente.

—Buenos días...—murmuró JiMin con la voz un poco rasposa.

—No hagas eso, por favor—YoonGi se recostó por completo cubriendo su rostro con ambas manos—Eso es jodidamente sexy.

—No digas andeses, por favor—JiMin le rogó juguetonamente.

—No lo son...—YoonGi se reincorporó y colocó su mano nuevamente sobre su mejilla—Eres muy sexy, bonito.

Las mejillas de JiMin ardieron como el mismísimo infierno. Cómo si de un jitomate se tratara.

—G-gracias, supongo—murmuró JiMin un poco avergonzado mientras discretamente se cubría más el resto del cuerpo.

—¿Quieres algo en especial para desayunar?-Le preguntó YoonGi al mismo tiempo que acariciaba su mejilla enrojecida—Puedo ir al pueblo mientras esperas aquí.

—Mmm, ¿Seguro?—JiMin titubeó un poco, a lo que YoonGi asintió sutilmente—Me gustaría un poco de sopa de cordero, pero solo mi abuela sabe cómo prepararla.

—Iré con ella, no tengo problema—habló YoonGi y comenzó a incorporarse del sueño para después irse. JiMin lo imitó.

—Ve con cuidado—Le dijo el menor mientras se acercaba para darle un pequeño abrazo.

—No te preocupes, lo tendré—respondió de vuelta para después depositar un beso sobre los labios de JiMin. Este volvió a sonrojarse en cuanto se separaron-No tardaré, volveré pronto.

Y el pálido salió de la pequeña cabaña, perdiéndose en el bosque bajo la mirada del menor de cabellera dorada.
Al no ver más rastros del pálido, JiMin se adentro a la cabaña, puesto que por alguna extraña razón, esa mañana era bastante fría.

El menor se dispuso a recoger el desastre que ambos habían ocasionado pasada la noche. A lo que JiMin mordisqueo su labio un poco coqueto ante el recuerdo del momento tan intimo con el mayor.

***

YoonGi se adentraba cada vez más en el bosque, con una sonrisa tonta en el rostro al sentir su pecho esponjarse de calidez.
Inmediatamente su cabeza se llenó de preguntas; ¿Qué pensaría su hermano si le contara?
Pero automáticamente esa incógnita se esfumó. Él ya era lo suficientemente mayor como para tomar sus decisiones y saber que su relación con JiMin sería difícil. YoonSeok no estaría de acuerdo, y aún que no haya sido el mejor hermano, respetaba la posición real.

—Supongo que no le contaré pronto—murmuró para si mismo mientras seguía caminando. A medida que seguía, entre los troncos de los árboles a lo lejos, se divisaba alguien espiando cada paso. YoonGi sintió la mirada e inmediatamente dió media vuelta y analizó su perímetro. Siguió caminando al no ver nada fuera de lo normal.

***

—Así que está intimando con un hombre ¡¿Qué clase de blasfemias estás diciéndome?!—YoonSeok se levantó completamente disgustado ante las palabras del vigilante.

King | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora