Segundas intenciones

Adaptandose

Peter llega siempre puntual al trabajo. La noche anterior había dormido como un tronco y se sentía con mucha energía. Además, él y Mayday pasaron mucho tiempo jugando desde temprano. La niña se había despertado de madrugada, y a Peter le pareció bien pasar tiempo juntos.

Luego de dejar a Mayday en la guardería, Peter se puso en camino al trabajo.

—Buenos días, Peter —saludó la secretaria de la entrada.

—Buenos días —respondió Peter con una sonrisa de oreja a oreja.

—Te notas con mucha energía.

—Sí, anoche dormí como un tronco.

—Jajaja, me alegro.

—Adiós, que tengas un buen día.

—Gracias, igual.

Peter continuó saludando a unos compañeros antes de llegar al ascensor.

—¡Para el ascensor, por favor! —gritaron a lo lejos.

Peter detuvo las puertas.

—Buenos días, muchas gracias —dijo Miles.

—¡Miles!

—Buenos días —apareció Gwen.

—Buenos días —respondió Peter, pero su sonrisa desapareció.

Mi día ya se arruinó.

—Señor Peter, hoy luce alegre.

—Sí, lo estoy. Anoche descansé muy bien.

—Eso me alegra. ¿Y la pequeña May?

—En la guardería. El día de hoy me hizo levantarme temprano.

—¿Tienes una hija? —preguntó la chica.

—¡Oh! Lamento no haberte hablado de eso —respondió Miles.

—No te preocupes.

—Sí, una pequeña de 3 años.

—¡Aww!

—Sí, me disculpan.

—No se preocupe, señor Peter. Que tenga un buen día.

Peter salió del ascensor.

—Igual, chicos. Nos vemos.

Creo que sería buena idea hablar con Miles respecto a la chica.

Rin, rin, rin. El celular de Peter suena.

—Hola.

—Hola, Peter, soy Miguel.

—¿Te encuentras ya en mi oficina?

—Eh, no.

—¿Cómo?

—Tienes que venir a mi oficina primero.

—...

—Yo no sé dónde se encuentra el piso de economía.

—Está en el... -Miguel lo interrumpe

—Ven a traerme.-Cuelga la llamada

Este tipo...

Peter se encamina a la oficina del joven, usando las escaleras para tener tiempo de que se le pase el enojo.

Espero tener paciencia, esto no pinta bien.

A lo lejos observa que Gwen está en la entrada de la oficina de Miguel.

Esa perra de nuevo...

Peter se acerca sin que la chica se percate.

—¿Qué haces aquí?