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En su siguiente visita Peter tuvo la feliz noticia de que Tony había dado un importante paso por sí mismo.

Esta vez nadie le gruño cuando entro a la mansión, todos estaban ocupados abriendo paquetes y cajas, inspeccionando telas y comparando modelos.

Al parecer Tony había hecho un gigantesco pedido de ropa para bebé la noche anterior y ahora mismo estaban clasificando las prendas.

—Niño, ven, tienes que ayudarme, que estos necios entiendan que los disfraces también cuentan como ropa formal.

La alegría de todos era genuina y contagiosa, Peter se sentó junto a Tony y la misma Pepper le coloco una bolsa de mamelucos en las rodillas integrándolo en la actividad.

Jamás en su vida Peter había tenido en sus manos algo tan costoso como seguramente lo eran esos pequeños conjuntos y era difícil ver como Tony los arrojaba al suelo cuando no eran de su gusto como si fueran simples trapos de cocina.

Pasado ese susto inicial fue realmente entretenido clasificar cada prenda según el tipo de tela, su uso, modelo y color, parecía algún tipo de terapia para todos.

Hubo un pequeño debate cuando llegaron a las pijamas amarillas, cuando Clint aporto que era un color peligroso.

—Es un color distractor, cuando nuestra primera hija se enfermo casi no nos dimos cuenta.

—No hay estudios científicos que prueben que eso sea cierto.

Debatió Bruce de inmediato, pero la idea ya había sido implementada en la mente de Tony así que se concluyo que el color amarillo quedaba vetado en cualquier prenda del bebé por los próximos cinco años aproximadamente.

Todos lo aceptaron y las pilas de ropa amarilla pasarían directo al montón para donaciones.
Después de eso estaban por iniciar otro debate importante sobre el uso de zapatos cuando Tony se doblo en su lugar con una mueca de dolor.

—Algo está mal

Anuncio en un hilo de voz.

Bruce reacciono primero casi saltado las cajas abiertas en su camino, revisar a Tony al mismo tiempo que contenía el ataque de pánico del castaño fue difícil.

El terror congelo a todos los demás en su lugar a espera del diagnóstico de Bruce.

Fueron agónicos veinte minutos hasta que logro controlar a Tony lo suficiente para declarar.

—Se esta moviendo, Tony, tu bebé está bien.

—Se...mueve

—Ahora los puedes sentir, tu cachorro está aquí.

Con algo de fuerza Bruce logro hacer que Tony posara las manos en su vientre, nuevamente sintió algo que lo hizo doblarse.

—No es malo, son los movimientos de tu bebé, se mueve con mucha fuerza, te acostumbraras.

Las esperadas lagrimas llegaron sin restricción, sonriendo entre ellas Tony acaricio su vientre buscando atraer en su palma alguno de los movimientos de su cachorro.

—Creo...creo que...le gusto el disfraz de elefante.

Bromeo secándose las lagrimas con el dorso de la mano y sonriéndoles a sus amigos.

—Tiene los mismo gustos que su papá.

Aporto Pepper secando su propias lágrimas.

—Rhodey, siente, es muy extraño.

Le llamo Tony y pronto todos tuvieron su turno para sentir al pequeño.

Nido de PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora