Nido de Papel

Epilogo

Todo volvió a la normalidad, la puerta del nido de Peter no volvió a cerrase y para cuando la familia regreso a casa el nido para la nueva integrante estaba completo.

Junto a la cama matrimonial, justamente debajo de la luz de una lampara con forma de oso, estaba una cuna, mullida y preciosa.

Tal vez un poco atrevido de parte sus amigos haberlo hecho, pero todos estaban seguros de que ese debía ser el lugar del nido de la pequeña.

Acoplarse fue un tanto más difícil, pero amaron cada momento, incluso las horas perdidas de sueño serian algo divertido de recordar en el futuro, había sido un camino doloroso y difícil de recorrer así que estaban dispuestos a conmemorar cada momento.

Fue así como, al llegar al primer mes de vida, decidieron salir a celebrar, una comida juntos sería suficiente.

Como era de esperarse Tony tuvo que alquilar todo el lugar para asegurase una velada tranquila y resguardar la seguridad de su niña, cuya carita aun no había sido mostrada al mundo.

—Diez pizzas familiares, tres de doble queso y pepperoni, dos vegetarianas y cinco especiales de la casa, ¿Es correcto?

Todos en la mesa se quedaron en silencio y con sinceras sonrisas miraron al joven camarero que había adivinado la orden sin necesidad de preguntar

—¿Tengo que comprar el local entero para que te sientes con nosotros?

Pregunto Tony con nostalgia, el joven devolvió la sonrisa.

—No será necesario, solo tengo un pedido grande para una familia y terminare mi turno

—Bien, porque no pensamos empezar sin la familia completa.

Cuando el joven regreso a la cocina, Tony se inclinó hasta el oído de su pequeña y tomándole la mano le murmuro.

—Ese es Peter, será tu hermano mayor.

—¿Crees que le guste el nido que le preparamos?

Aporto Steve, Tony simplemente asintió con la cabeza sonriendo, ese Peter no era su Peter lo sabía, pero sus caminos se habían cruzado por alguna razón.

Y es que, aunque no todos los hijos pertenecen a la misma sangre si pertenecen al mismo corazón.