El acantilado

Capitulo 3 "Flor marchita"

El día comenzó triste para mí, el cielo se volvió gris debido a la tristeza del pueblo, muchos sollozos de dolor se escuchaba por toda la plaza, lamentos de todos los pueblerinos hacia esas personas tan dulces que no merecían morir. Ese día se volvió de luto después de recibir la triste noticia, "El rey y la reina han muerto ", de tan solo recordar esas palabras solo podía llorar, había perdido a mis padres, ya no estarían conmigo, ya no podíamos jugar como siempre, ni tampoco comer juntos. Mis manos estaban en mi pecho sintiendo mi corazón más roto que nunca.

Todos se acercaban para darme sus condolencias, pero eso no iba a resucitarlos, trataba de no verme tan destrozada, pero se me hacía imposible, no podía mirar a nadie, solo miraba al suelo con sombría, cualquiera diría que esa no soy yo, que esa ya no es la princesa de siempre, mi vida ya no será la misma.

Esa tarde estaba en mi habitación recostada en mi cama, no había parado de llorar, ya tenía los ojos hinchados, Mitsuba me estaba haciendo compañía, trataba de animarme hasta haciendo sus típicas bromas, pero eso ya no iba a funcionar, es como si toda emoción dentro de mi se hubiera esfumado.

Sousuke: oye, daiko sempai, entiendo que esté sea un mal momento para ti, bueno para todos, pero te afecta más, pero ... como princesa tienes que mostrar ante tu pueblo que lograras conseguir los sueños de tus padres, de un pueblo de felicidad, y tienes que dar el ejem-

Nene: ¡CÁLLATE! -mi voz salió fuerte, estaba muy deprimida y molesta a la vez, ¿darle un ejemplo de felicidad?, como podía decir eso en estos momento, no tenía ánimos para hablar con nadie, y mucho menos con Mitsuba, quería estar solo y tratar de no pensar en nada más - por favor... déjame sola

Mitsuba captó rápido mi petición y se retiró de mi habitación dejándome sola en ese lugar oscuro. Miraba hacia un lado de la habitación donde estaba el ventanal y la silla donde mi madre se sentaba para contarme siempre un cuento, en ese momento mi corazón volvió a romperse y las lágrimas salieron sin pleno aviso, escondí mi cara en la almohada como si no quisiera que me vieran, quería relajarme, calmar mis emociones. Decidí dar una vuelta por el jardín, me cambié de ropa poniéndome el vestido que tanto le gustaba a mi madre que usará, sin que nadie se diera cuenta salí del castillo.

Paseaba por los alrededores del jardín mirando las flores, me senté en uno de los bancos que habían en ese lugar, veía las rosas blancas, , desprendían un rico aroma relajante, un aroma que me hacía pensar en varias cosas, una de ellas era un perfume que mi padre me había dado por mi cumpleaños 12, al sentir este aroma me dieron ganas de tener ese perfume que hace años se había gastado, ¿Por qué todo me recuerda a ellos?.

Aoi: ¿Nene chan? -mi mirada se dirigió hacia Aoi, me había sorprendido un poco. Me acerqué un poco mirando al suelo, ella me dio una sonrisa, una sonrisa de lastima por mi condición- ¿te gusta el olor de las rosas?

Nene: si, hace años mi padre me había regalado un perfume de rosas, y me gustaría conseguir uno

Aoi: yo puedo ayudarte con eso, pero no estés mucho tiempo aquí afuera, hace frío y te puedes resfriar

Nene: en unos minutos me iré

Aoi: está bien, y Nene -ella tomo mis manos mirándome seriamente, observé a Aoi esperando a que mencionara sus palabras con paciencia- no te acérques al acantilado, por nada del mundo, es peligroso estar ahí

Nene: está bien, no lo are

Aoi: bien

Aoi me dio una sonrisa para después entrar al castillo, mire hacia el acantilado con curiosidad y recordé al chico que vivía ahí, ¿estará bien?, ¿No pasará hambre? La curiosidad me estaba matando, quería saber más de el, pero no quería acercarme allí. Mirando por última vez el acantilado dirigí mis pasos hacia el castillo, ya estaba empezando a refrescar un poco y no estaba bien abrigada.

"Nene..."

Escuche mi nombre a lo lejos, como si fuera un susurro, era una voz masculina, mire a todos lados, pero no vi nada, olvide de todo y voli a retomar mi camino pensando que podría ser mi imaginación. Estando en la sala principal llegó Sakura con una bandeja llena de deliciosos dulces y algo de té.

Sakura: le traje algo para su disfrute

Nene: gracias Sakura -me dio una delicada sonrisa mientras tomaba de la bandeja un pastel y lo probaba- está delicioso -Sakura sonrió y sirvió el té para ambas

Sakura: dígame, ¿como se siente ahora?

Nene: ¿a que te refieres?

Sakura: digo, te acabas de entrar de una noticia bastante terrible, y sentirte sola ahora debe ser malo, ¿No?

Nene: la verdad que sí, me siento sola, pero gracias a ustedes no, aunque si me gustaría que mis padres estuvieran aquí -mi mirada se dirigió hacia la taza de té, pude notar la preocupación de Sakura, pero sus siguientes palabras me sorprendieron

Sakura: por cierto, ¿tiene alguna idea para los aperitivos del baile?

Nene: ¿aperitivos?... ¿encerio me estás preguntando algo como eso después de la muerte de mis padres?, ¿acaso crees que yo voy a celebrar una fiesta después de eso? -me levante molesta enfrentando me a Sakura, quería seguir hablando, pero Tsuchigomori me interrumpió

Tsuchigomori: princesa, tal vez para usted esto sea una simple fiesta, pero esto fue preparado para una alianza con el reino vecino

Nene: ¿una alianza?

Tsuchigomori: sus abuelos en el pasado tuvieron algunas guerras con ese reino, pero sus padres decidieron formar una alianza debido a que los reyes se llevan bien, para eso era la fiesta, sabemos que estamos pasando por un momento difícil, pero tenemos que terminar con la petición del rey, ese era su último deseo

Nene: entiendo que todo esto sea para formar una alianza, pero no me veo en condiciones de querer hacer una fiesta

Sakura: de eso me encargo yo y Sumire, nosotros arreglaremos todo mientras usted puede seguir con sus estudios

Tsuchigomori: de sus estudios yo seré su tutor, me encargaré de enseñarle lo necesario, espero poder ser de ayuda para usted

Nene: muchas gracias, me han ayudado bastante, pero ahora iré a dormir un poco, por favor no me molesten

Ambos asintieron haciendo una reverencia mientras salía de esa sala, entre a mi habitación mientras miraba todo el alrededor, este castillo se sentía vacío, a pesar de estar lleno de personas, me sentía tan sola allí, me recosté en mi cama tratando de no pensar en el asunto, pero donde sea que esté escuchaba las voces de las sirvientas.

Mire por la ventana viendo ese acantilado otra vez, donde conocí ese chico, ¿estará bien?, era raro que alguien sobreviviera allá abajo, me daba curiosidad de saber más de el, ¿a quien querrá cuidar?, ¿tendrá familia?, eran cada vez más preguntas, quería saber más de el, y sin darme cuenta, estaba a la orilla del acantilado frente al aquel ascensor por donde subí antes.

Nene: esto es una locura, no debería estar aquí, ¿por qué vine?, ¿solo por ese chico?, si me sucede algo todos estarán preocupados

No sabía que hacer, quería bajar, pero tenía miedo, me senté en el pasto mientras mi mirada estaba en el mar, recordé el momento donde estaba subiendo por el ascensor y la luna se reflejaba en el mar, era algo precioso que de guardo en mi memoria. Es cierto, el lleva mucho tiempo allí abajo, ¿tal vez no allá comido?, ¿y si le llevo comida?, estaba tan indecisa, pero al final opte por hacer lo segundo. Después de regresar de la cocina con una canasta con comida, me subí al ascensor para bajar, mis piernas temblaban, pero lo deje pasar, y solo comencé a jalar la cuerda para descender hacia la parte baja del acantilado.