Capitulo 4: "¿Qué te sucede?"

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Seguía descendiendo por el elevador, miraba el mar otra vez, ese lugar encerio me tenía hipnotizada, es como ver el reflejo de alguien dentro de esa esfera luminosa. Ya casi había descendido hacia la orilla del mar donde por el camino de rocas llegaría a esa cueva donde estaba ese chico llamado Hanako. Llegue a tierra o arena, empecé a caminar con cuidado hacia la cueva mirando mi alrededor por si lo veía tal vez dentro del agua.

Después de caminar llegue a ese lugar, pero no había nadie, estaba completamente vacío, decidí seguir buscando, ¿no puede estar muy lejos, o si?, no me importa cuánto tiempo estuve buscando por el lugar, y sin darme cuenta pasaron horas, ya estaba cansada y decidí tomarme un respiro, me senté en una roca a esperar a que regresara, por desgracia la comida ya se había enfriado y no podría sentir bien su sabor.

Más horas pasaron, y me estaba comenzando a quedar dormida, cada vez más tenía frío ya que al estar en una cueva al lado del mar las temperaturas eran altas, "Nene..." Otra vez esa vos, pero ahora se escuchaba cerca, camine hasta la entrada de la cueva y sorpresa me di al notar que ya había oscurecido, y no había rastro de Hanako ¿le habrá pasado algo?. Decidí dejar la comida en la cueva e irme de vuelta a casa "Yashiro" otra vez esa voz que me llama, una voz tan familiar y a la vez no.

Me detuve en la entrada de la cueva observando a mi alrededor, pero no había nada, decidí irme lo antes posible, ya que notaba que la marea estaba subiendo, me era peligroso estar en esta zona. Caminé por la orilla directo hacia el elevador, hasta que sentí una fría mano tocar mis hombros, mi piel se erizo por completo debido al frío del tacto y el susto que me había dado.

Me di media vuelta y por fin lo vi, era Hanako, pero había algo diferente en el, su mirada era diferente, me daba miedo e incomodidad, "Ha-Hanako, ¿estás bien?, no había respuesta, solo me dio una mirada confusa, cada vez la marea subía más, tenía que irme de ese lugar lo antes posible, Hanako Kun, me tengo que ir, la marea está subiendo, ¡puedes venir si quieres conmigo!.

Su mirada fue alegre, pero nunca me habló, solo me siguió por el elevador hasta llegar al jardín, sabía que no me dejarían entrar gente al castillo si no antes avisar, por lo que tuve que entrar junto con el a escondidas. Una vez en mi habitación me asegure de que nadie nos haya visto, le di algo para que se abrigar ya que estaba haciendo frío, pero él seguía sin hablarme.

Nene: Hanako, ¿estas bien?, ¿por qué no me hablas? -seguía sin responder nada y ya me estaba empezando asustar, solo me sonreía como un niño, supuse que estaba contento de estar en el castillo- de seguro tienes hambre, te había dejado algo en la cueva, pero ya que estás aquí, te traeré algo.

El solo asintió sin dejar de sonreír, con una gran incomodidad salí de la habitación para dirigirme a la cocina y buscar algo de comer para mí invitado, una bandeja con pasteles y un poco de té le debería ser suficiente de momento hasta la hora de cenar, no era considerado como algo que te pudiera llenar el estomago, más bien parecía una merienda, pero algo es algo. Regrese a la habitación con la bandeja sorprendiendo me viendo a Sakura sentada en mi cama esperando. Me asusté ya que temía que hubiera visto a Hanako, pero al no verlo supuse que se escondió.

Sakura: Nene San, te estaba buscando, ¿dónde estabas?

Nene: es-estaba en la cocina -di una sonrisa nerviosa, deje la bandeja a un lado y me acerqué a Sakura- ¿dime para que me buscabas?

Sakura: es sobre la fiesta, debido a que los reyes del otro reino se enteró de la muerte de sus majestades, decidieron venir para mañana y dar sus condolencias, pero el señor Tsuchigomori decidió que la fiesta se hara en tres días, y quería avisarle sobre eso

Nene: está bien, después de todo sus intenciones son buenas, hasta donde sabemos, ¿algo más?

Sakura: si, su baño estará listo pronto, le avisaré para eso entonces

Nene: gracias Sakura, voy a estudiar, así que nadie me moleste

Sakura: de acuerdo princesa

Sakura dio una reverencia para después salir de mi habitación, yo solte un suspiro de alivio ya que no habían descubierto a mi visitante, lo empecé a llamar para que ya saliera, pero no aparecía. Después de tanto rato buscando en mi habitación, y otros lados del castillo no lo encuentre, estaba un poco preocupada de que alguien lo viera y se metiera en problemas por mi culpa, pero no había rastro de el, supuse que tal vez había regresado al acantilado.

A la mañana siguiente me encontraba arreglando para reducir a los nuevos visitantes del otro reino, Aoi estaba junto conmigo ayudándome y dándome consejos de cómo dirigirme hacia gente de alto nivel de la realeza.

Aoi: y recuerda Nene, no te pongas nerviosa, todo saldrá bien

Nene: no estoy nerviosa, estoy bien, solo estoy preocupada

Aoi: ¿de que?

Nene: no es nada, no te preocupes, solo quiero hacerte una pregunta

Aoi: te escucho

Nene: ¿viste algo o alguien raro por la noche?

Aoi: algo raro, umm.. no- solte un suspiro de alivio, nadie había comentado nada de haber encontrado nada ni nadie sospechoso anoche, pero aún me seguía preguntando de donde podría estar- ¿por qué esa pregunta Nene?

Nene: por nada, es que siempre cuentas historias de terror y es raro que no me hayas contado ninguna

Aoi: ahora que lo mencionas, no termine la historia del acantilado

Nene: ¿y que fue lo que no me contaste?

Aoi: los fantasmas que quedaron deambulando son la de dos hermanos gemelos, pero los dos no son malos, solo uno murió con rencor, dicen que si invitas al fantasma de los hermanos juntos traerá desgracias a tu vida y peor será si es el del hermano malo, si es el bueno no pasará nada

Nene: pero eso son solo historias, ¿verdad?

Aoi: claro que sí, ahora terminemos, pronto llegarán los invitados

Nene: de acuerdo, terminaré pronto, tu ve ayudar a los demás, estaré bien sola

Aoi: está bien, iré a buscar a Mitsuba Kun, nos vemos al rato

Aoi salió de mi habitación dejándome sola para así terminar de prepararme, me mire al espejo y tal como solía decir mi padre, soy exactamente idéntica a mi madre, nuestro cabello era similar al igual que nuestros ojos. Mientras me miraba pude notar algo raro en el espejo, me acerque un poco más para saber que era, pero una mano saliendo de este me sorprendió, pegue un grito fuerte y me aleje del espejo asustada, uno de los sirvientes entro rápido a mi habitación a comprobar que me encontraba bien, pero al volver a mirar al espejo, ya no había nada, después de tranquilizarme salí a tomar aire ya que no estaba segura de lo que había visto.

Nene: ¿que fue eso?

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Buenas días tardes o noches, quería pedir perdón por el retraso, pero hay veces que se me va la inspiración de los capítulos y hoy de suerte tuve para escribir algo. Ya tengo pensado más o menos como será el siguiente, pero solo es un pedazo y necesito la inspiración necesaria para escribir el capítulo completo.

Aún más que decir, espero que les esté gustando esta historia, si tengo errores, no duden en decirme, estaré leyendo sus comentarios.

Gracias por leer.

El acantilado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora