Amnesia~Yaoi~

Capitulo 3

Me dio un beso. ¡Me dio un beso! ¡¿Quien se cree este tipo?! En mi interior me sentí furioso y tentado a golpearlo. Pero lo único que hice fue quedarme quieto. No me di cuenta de que estuve aguantando la respiración hasta que sus labios se apartaron de mi frente.Cuando nuestros ojos se encontraron instantáneamente apareció una sonrisa en su rostro.

-Parece que después de todo si seras una buena esposa.

Después de decirme aquello salio del baño sin mirar atrás. Tarde un par de segundos en procesar lo que acababa de suceder, pero cuando lo hice salí disparado por la puerta yendo detrás de el. Estaba parado frente a nuestra mesa con un pedazo de papel en una mano.

-¿Que es eso?- pregunte poniéndome detrás de el.

-Una nota

-¿Nota? ¿De quien? ¿Que dice?

Me paso el papel y lo tome con cierta inseguridad. Eche un rápido vistazo hacia su rostro para confirmar que podía leerlo. Estaba viendo hacia un lugar indefinido sin prestarme la mas mínima atención. Quitando toda culpabilidad e inseguridad de mi interior, leí la nota:

"Querido hijo, nos fuimos al hospital porque tu madre se sintió muy mal a causa tuya, pídele a tu novio que te lleve a la casa si es tan amable. Por tu comprensión, Papa ;D "

-Bien, ¿nos vamos?

Sin esperar a mi respuesta, tomo una de mis muñecas y me jalo hasta estar fuera del restaurante. Las personas que se nos cruzaban en el camino no nos dijeron nada (se notaba a leguas que me llevaban a la fuerza), apenas y volteaban a mirarlos, y la mayoría de los que lo hacían nos sonreían divertidos, como si estuviesen mas que acostumbrados a este tipo de escenas.

Durante todo el trayecto hacia su auto jalaba de mi brazo y me quejaba intentando zafarme de su agarre. Claro que solo fueron intentos inútiles. Al final aun así logro arrastrarme hasta el interior su elegante auto deportivo negro.

-Sabes, podría demandarte por esto.

-¿Esa es la forma de hablarle a tu prometido mi querido Noah?

Pensé en abrir la puerta y salir corriendo la mas lejos posible de este tipo, pero justo en ese instante encendió el auto y se puso en marcha.

-¿deberíamos de ir a algún lugar?- me pregunto en un tono de lo mas normal.

-¿a caso te das cuenta de la situación en la que estamos?

-Entonces ¿a donde vamos?- pregunto con una enorme y juguetona sonrisa en su rostro.

¿A caso esta mal de la cabeza?¡Que rayos le pasa! ¿Se da cuenta de que se acaba de comprometer conmigo? ¡Con un chico! ¿Es acaso que no le importa?. Permanecí callado el resto del camino, este tipo, el tal Alexander, parece ser de la clase de personas que por mas que se divierten viendo como se desarrollan los conflictos de los demás, y que ignoran casi todas las cosas que les rodean y viven solos en una especie de burbuja invisible que les separa del resto.

El viaje fue callado e incomodo. Tuve el impulso de querer decir algo y romper el silencio que nos invadía, pero en realidad no tenia nada que pudiera decir, ademas de que temía que si lo hacia pudiera hacerlo aun mas profundo, si es que era posible. Cuando por fin aparco el auto instantáneamente mire por la ventana. Estábamos justo en frente de mi casa.

Le quite "el candado" a la puerta y estuve a punto de empujarla para salir del auto, pero la risa de Alexander me detuvo.

-¿que es tan gracioso?

- Jajaja l-lo siento- se disculpo intentando contener sus propias carcajadas- Es solo... que no pude evitar imaginarte en un vestido de novia

Mis mejillas se encendieron. Esta vez no me contuve y le di un puñetazo en el hombro, aunque por su expresión estoy mas que seguro de que para él fue como sentir la esponjosa patita de un gato golpeándolo.

-jajaja vamos, vamos, no te enfades- dijo al mismo tiempo que salia del auto. Lo mire rodearlo y abrir mi puerta caballerosamente.- Ven, te acompaño hasta la puerta.

Dude un poco, pero al final termine saliendo y siguiéndolo hasta el pórtico. Mientras mas rápido acabemos con esto mucho mejor. No quiero estar ni un segundo mas con él. Me pone realmente incomodo. Una vez frente a la puerta, el único escape que tenia, tome la perilla y una mano se poso sobre mi cadera. La mano de Alexander para ser exactos. Tiro de mi y me puso de cara a el. Demasiado cerca para mi gusto.

-¿Q-que haces?- mis mejillas volvieron a encenderse.

-¿No crees que deberíamos de terminar bien la noche de nuestras primera cita?

Lentamente comenzó a acercar su rostro al mio. Sentía como mi cara se quemaba por lo sonrojado que estaba. Agradecí un poco el hecho de que ya hubiese oscurecido, así al menos no podrían verme como me convertía en un tomate. Pero también lo maldije, ya que la oscuridad y su cercanía no son muy buenas combinaciones.

Cuando sus labios estuvieron a dos centímetros de los míos, pisadas y el rechinido de la puerta nos interrumpieron. Era Derek.

- Noah ¿Quien es él?

~Yuki~