𝙋𝙨𝙮𝙘𝙝𝙤 𝙇𝙤𝙫𝙚 🦋 𝙝𝙮𝙪𝙣𝙝𝙤

Chapter ϟ 33

━ [Hyunjin] ━

Me puse un bóxer para poder salir de la habitación y prácticamente, corrí detrás de Lee Minho hasta el exterior de mi departamento. El peligris ni siquiera se giró hacia a mí por lo que no dudé en tomarlo del brazo para atraer su atención y me sentí tan patético cuando se alejó de mi agarre. Ah, mierda. Sinceramente, no creí que la puerta del departamento estuviera sin seguro. 

—Minho, déjame explicarte— le pedí.

—¿Qué es lo que supuestamente quieres explicar, Hyunjin? — me preguntó mientras se giraba hacia a mí. —Me ha quedado demasiado evidente el hecho de que eres igual que tu padre.

—Hey, tú tampoco eres un santo.

—¿De qué hablas?

—Tu prometida fue a visitarme a la oficina para dejarme muy claro que ustedes han estado teniendo mucho sexo sin protección y que ha quedado embarazada— respondí. —Minho, ¿qué querías que hiciera al respecto? ¿Pedirle ser el padrino de la bendición?

—¡Eso no es cierto! — aseguró. —Nosotros no hemos tenido sexo.

—No te creo.

—Me importa una mierda— dijo antes de retomar sus pasos hacia el elevador, sin embargo, lo evité tan pronto lo tomé de su muñeca para evitar que se fuera.

—Te amo...

—Vaya forma de demostrarlo— se burló.

—Minho, dejaré que me hagas tuyo para demostrarte lo mucho que te amo— dije con tono serio. —Nunca le he permitido a nadie que me haga suyo después de lo que me sucedió cuando era pequeño. Está es la única forma que tengo para demostrarte que voy en serio contigo.

—No todo se trata de sexo, Hyunjin— dijo con tono serio.

—Lo sé, pero esa es la única manera en que me enseñaron a comunicarme.

—Mierda, Hyunjin— murmuró. —¿Por qué decidiste tener un trio? ¡Me siento demasiado lastimado!

—No lo sé— admití. —Creía que era la única manera en que iba a poder olvidar el amor que siento por ti, pero no ha sido así.

—Sinceramente, no creo ser capaz de estar con una persona que busca tener sexo con otros antes de hablar sobre la situación que está pasando con su supuesta pareja.

—Minho, ambos fuimos tontos y no lo puedes negar. Tu prometida fue hasta mi oficina para asegurarme de que van a contraer matrimonio y que tendrán un bebé.

—Eso no es excusa para tener un trío.

—Lo sé y te pido perdón por haber cometido un error— dije con tono serio. —Lee Minho, eres la única persona que tiene mi corazón en sus manos. Y lo sabes muy bien.

—Yo...

—Vuelve a mi lado— le pedí —, pero asegúrame que nunca más te encontrarás con esa chica.

—¿Quién me asegura que no tendrás otros encuentros casuales mientras te encuentras conmigo?

—Teniéndote para siempre a mi lado, nada ni nadie más me va a importar— le aseguré con tono serio.

—Hyunjin...

—Por favor, bebé— le interrumpí. —Se solamente mío.

୨୧━━━━ [••♡••] ━━━━୨୧

Los chicos se fueron tan pronto se los pedí y después de tomar una ducha, fui directamente hacia Minho y me posé frente a él completamente desnudo. El peligris elevó la mirada hasta encontrarse con la mía y tragó en seco. —Lee Minho, ¿qué estás esperando para tomarme?

—Hyunjin, ¿estás seguro sobre ello?

—Por supuesto— respondí. —Sabes muy bien que es la única manera que tengo para dejarte muy claro que voy en serio contigo.

Minho se levantó de la cama, caminó hacia a mí e inesperadamente, me tomó del cuello sin ejercer demasiada fuerza y luego acercó sus labios a los mío para dar inicio a un apasionado y delicioso beso.

De pronto, fui puesto en libertad y no dudó en decir con voz ronca—: Probemos algo diferente.

Minho me recostó en la cama boca arriba, introdujo su miembro en mi boca y él no dudó en llevar su boca a mi agujero para comenzar a meter y sacar su lengua; tomó mi pene entre sus manos y comenzó a masturbarlo mientras lamía desde mis bolas hasta mi agujero. Y luego, introdujo mi pene en su boca y comenzó a chuparlo durante unos segundos, después regresó su lengua a mi agujero mientras yo continuaba chupando su pene.

—¿Te gusta esto, bebé? — me preguntó mientras introducía su dedo medio en mi agujero.

—Sí, me gusta— logré responder entre gemidos.

Minho continuó metiendo y sacando su dedo hasta que decidió que debía proceder al siguiente nivel. Y entonces, sacó su pene de mi boca y me acomodó en la cama, abrió mis piernas e introdujo su pene con un rápido movimiento que me hizo gritar del placer.

—¿De quién eres, Hyunjin? — me preguntó.

—¡Soy tuyo! — exclamé entre gemidos.

—Eso es, bebé— murmuró. El placer aumentó junto con la velocidad y fuerza de cada estocada que me proporcionaba el peligris. —Córrete para mí, bebé— me pidió con voz ronca y sin pensarlo dos veces, me corrí. Después de unos minutos, Minho se corrió en mi interior y me sentí tan jodidamente complacido, feliz e inesperadamente, tan amado como nunca.