Kageyama Tobio

13 1 0
                                    

Rin se encontraba tirada en el suelo de su habitación, estudiando química con el ventilador encendido. Se acercaban los finales y no podía relajarse.

-Como descubra quién inventó esta maldita asignatura, juro que escupiré sobre su tumba... - murmuró irritada.

Siguió estudiando tranquila hasta que alguien llamó a la puerta de su habitación.

-Rin, cariño... . - llamó su madre con tono tranquilo. Frunció el ceño. -¿Cuántas veces te he dicho que no estudies en el suelo? . - cambió el tono a uno más severo.

-Es que hace mucho calor, y el suelo está fresquito. - respondió estirandose dramáticamente.

-Me da igual. Estudias en la mesa. - dijo cruzándose de brazos. -Bueno, a lo que iba. Ha venido alguien a verte.

-¿Alguien? ¿A verme? ¿A mí?. - preguntó desorientada.

-Sí, un tal Kageyama Tobio. Ha dicho que le prometiste que le explicarias no sé qué del final de matemáticas.

La chica al oír el nombre del invitado se puso roja. Mierda, mierda, mierda. Se levantó rápidamente. La habitación estaba hecha un desastre, ¡incluso ella seguía en pijama! Se puso a meter todo en el armario y debajo de la cama. La madre arqueó una ceja, entre curiosa y divertida.

-¿Le digo que pase?. - preguntó entretenida.

-Sí. Dile que me espere abajo, que enseguida voy. -respondió un poco nerviosa.

La madre asintió y se fue. Joder, se le había olvidado por completo. Terminó de recoger algunas cosas y se cambió de ropa. Se echó un vistazo en el espejo de cuerpo entero de su habitación y se volvió a peinar. Cuando vió que estaba decente, tomó una bocanada de aire y fue al salón. Al bajar, se encontró con su madre charlando con Kageyama tranquilamente.

-Hola Kageyama-kun

-Hola. - saludó el chico. Se levantó e hizo una pequeña reverencia.

-Voy a preparar algo para picar. Emm, si quieres puedes ir dejando tus cosas en mi habitación. Es la primera puerta a la izquierda.

El chico asintió y subió las escaleras. La chica soltó un suspiro y miró a su madre, la cual tenía una sonrisa divertida.

-¿Te gusta?. - preguntó curiosa.

La chica, que estaba sirviendo el té casi tira la tazita de la impresión. La madre se empezó a reír.

-¡Por supuesto que no! . - se limitó a responder. Su madre seguía carcajeando.- ¡Deja de reírte!. - le pidió, roja de la vergüenza.

Rin pensaba que Kageyama era atractivo y un prodigio del voleibol, pero era tan torpe para todo lo que no fuese ese deporte que dudaba que pudiesen tener algo.

-Bueno, como sea. - dijo su madre. Luego la miró, entre pícara y precavida. - La puerta la quiero abierta.

-Mamá... . -entonró los ojos.

-Me da igual. ¿Me oyes? La puerta abierta.

Rin llenó una taza de té, cogió dos panes de melón y sacó del frigorífico una cajita de leche. Cuando subió a su habitación, vió que Kageyama estaba observando uno de los miles de pósters que tenía.

-Ese es The Weeknd. Es uno de mis cantantes favoritos. - aclaró de la chica. Su voz hizo que el chico se sobresaltara y apartara la cara avergonzado.

-Lo siento.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 15, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

One-shots HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora