✿ • Capítulo III • ✿

253 21 11
                                    

Cayendo a través del túnel.

..
..

Maravilla, misterio, donde sea que mi camino ande.
Despertares tempranos en una casa móvil.

Chara Dreemurr despertó en un lugar que no conocía. Todo ahí era de un color rosa chillón que no le gustaba, le recordaba a la habitación de Muffet; pero eso sí, era cómodo. Al menos, la cama en la que estaba acostada lo era.

Fue necesario que se quedara quieta unos minutos mientras analizaba la situación con cautela. Eso parecía la habitación de una casa. ¿Pero de quién? No tenía idea.

Lo último que recordaba era haber estado discutiendo con la flor parlante después de que éste trató de matarla. Había estado tan ensimismada en obtener respuestas que no reparó en el ataque que golpeó a Flowey y luego a ella.
Ahora que recapitulaba, tenía el vago recuerdo de haber visto antes de desmayarse el amable rostro de su madre Toriel y escuchar su maternal voz llamarla.

—¡Por última vez, ya te dije que no iba a hacerle nada! —escuchó gritar a alguien del otro lado de la puerta, parecía la voz de Flowey. Pero, si era él, ¿A quién le estaba gritando? La respuesta llegó unos segundos después.

—¡Pues eso no es lo que yo vi!

—¿Mamá? —susurró por lo bajo. Su voz salió ronca, muy débil, y su garganta todavía dolía por la presión que ejercieron sobre ésta.

Sin pensar demasiado en eso, Chara se enderezó feliz de la cama, apartó las sábanas color crema de su cuerpo y deliberadamente ignoró las protestas de dolor de su espalda. Realmente estaba muy contenta de escuchar la inconfundible voz de su madre ahí, (donde sea que estuviese). Podría sonar más suave y menos agresiva, pero era la voz de su progenitora; Chara la reconocería entre un millón de tonalidades cambiantes y algarabía ensordecedora.

Con mucho esfuerzo intentó ponerse de pie, dejando de lado que su condición era grave; estaba cubierta casi en su totalidad por vendas y compresas apropriadamente esterilizadas con alcohol, se notaba más pálida de lo que en verdad era y sus pómulos se remarcaban más de lo médicamente saludable. Realmente parecia… enferma.

Sin importarle en lo más mínimo su estado físico, se dispuso a lograr su objetivo marcado, consiguiendo poco después, por culpa de su necedad, estampar contra el suelo al sentir sus piernas repentinamente muy débiles y temblorosas.

—¡Maldición!

Se quejó y lo intentó de nuevo, logrando esta vez llegar un poco más cerca de la puerta pero cayendo de igual forma. Fastidiada, resolvió que podía usar un poco de su magia para curarse a sí misma y dejar de perder el tiempo en tonterías, convencida de que estaría mejor cuando su núcleo mágico sanara todos los dolores de su cuerpo y le devolviera la energía que había perdido y la fuerza que tanto necesitaba ahora.

Después de todo, esto no era algo nuevo para la pelicastaña, ya lo había hecho antes. En todas sus peleas contra Frisk siempre reservaba un cuarto de su poder mágico para sanarse y mantener la pelea más tiempo del debido.

Solo que esta vez algo nuevo sucedió…

Algo extraño.

── • ──

≪━─━─━─━─ 𖤓 ─━─━─━─━≫

── • ──

—¡Tratabas de asfixiarla! ¡¿Qué clase de criatura horrible lastima así a un pobre niño inocente?!

—¡No iba a matarla! ¡Jamás lo habría hecho! —y es verdad, jamás lo haría. No tenía la fuerza ni la voluntad para hacerlo; por más que Chara lo insultara, lo tratara mal, lo dañara psicológicamente y destruyera su integridad como monstruo, jamás lo haría. Él la amaba por encima de todo.

✿ Stay With Me ✿  [SS! Chara x Classic Sans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora