Princesa. [Fanfic de The Gazette (Aoi X Koga)]

Ibuki.

   "Sin dolor en esta vida, no puedes apreciar los momentos felices."

Aoi pov.

   Habían tipos dentro, y me vieron mirar hacia donde estaban. Cuando reaccioné a dejar de mirar, me ofrecieron pasar.

  —Amigo, pasa, no eres nuestro objetivo.

    Tomé la mano de Koga, decidí entrar con ella. Ella no entendía por que apretaba su mano de esa manera, pero mas tarde lo comprendería. Deben de pensar "Estúpido Aoi, ¿Cómo rayos la expones al peligro?", bueno, mi razón es la siguiente: Si no era ni la señora Catalina ni yo el objetivo, lo eran Koga, o... Su bebé. Debíamos resolver esto de alguna manera y escondiendola no sacabamos nada si no sabíamos que sucedía. Entramos y nos quedamos cerca de la puerta, que dejé entre abierta. Koga comenzó a apretar mi mano, se me acercó, estaba apoyada en mi, con mucha preocupación plasmado en sus ojos, pero sin debilidad alguna.

  —¡Amor! ¿De que te escondes...? — Su tono de voz me dió asco. — Creo que no te has dado cuenta de que tengo a tu hija...

   Koga reaccionó de inmediato y su cuerpo recobró fuerza. Soltó mi mano y se puso un paso adelante de donde me encontraba yo.

  —Si me he dado cuenta, ¿Qué quieres?

  —Vine a por ti, amo- — Koga le cortó esa palabra.

  —Vuelves a decirme amor y te rompo el otro huevo. — Era primera vez que escuchaba tan seria, fría y seca a su voz. Las había escuchado por separado, pero no juntas. El tipo puso cara de desagrado malévolo, ella siguió. —Quiero a mi madre donde mis ojos la vean, ahora. 

  —¿Y si me niego?

  —¡Que quieres! 

  —Que seas solo mía,  y que no andes con estrellitas de rock con mala fama. — Me indicó.

   Yo reaccioné y quise ir a golpearlo con todo el impulso, pero Koga me detuvo. Muy bajo me dijo "No sabemos si están armados"  y logré calmarme.

   —Yo no soy de nadie, ni menos de alguien como tu. Lo nuestro acabó hace años, ¿Que te dio por venir? Te dejé bien claro todo. ¿Sabías que al gente inteligente entiende a la primera, no? 

   —Y claro que entendí, pero no lo acepto; eres la persona mas perfecta, bebé.

  —Calla. Tus palabras me dan asco. — Concuerdo contigo, princesa. —Quiero que dejes a mi hija, a mi madre y a todos los de esta casa, y te vallas. No te aceptamos como visita, y menos te trataremos como una.

  —¿Qué, no te has dado cuenta? ... Me he vuelto un hombre poderoso, muy poderoso; capaz de dar todo el dinero que la mujer mas perfecta merece. — Estiró su mano, como pidiendo la de Koga, y ella le hizo un gesto de odio. —Que terca eres.

  —¡VETE, IKUTO! — Me estremecí ante ese grito de desesperación e impotencia.

  —¿No quieres pensar y reconsiderar?

  —No hay nada que pensar y no quiero oportunidades. Quiero que te vallas y nunca regreses. Sabes que soy capaz de matarme con tal de no estar contigo.

  —¡Que estupideces dices! — Hice una objeción.

  —Me estás hartando, niña. — Comenzó a hablar con mucho menos amabilidad, de un momento a otro. Los dos hombres que iban con el tomaron a la pequeña Mio. —Si no quieres ni si quiera tiempo para pensar, no me queda mas que dejarte un recuerdo... 

   Lo vi sacar su arma, tuve que tomar a Koga para que no se acercase a ellos. Todos pasó tan rápido, que no puedo narrar bien lo que sucedió. Escuché un disparo y también escuché como algo dentro de Koga algo se rompió. Ella dejó de forcejear, se desplomó en mis brazos, su cabello caía lacio y comenzó a levantar la mirada con tal lentitud, que se me hizo eterno.