El día lo amerita.

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"No importa que tan grande sea la lluvia, yo llevaré el paraguas mas fuerte para que no te mojes".

Aoi pov.

Por teléfono.

-Aoi, tienes visita.

-Pero, si ya es casi hora de salir, Uruha, esto pasa por no avisar que hoy salíamos más temprano. ¿Quién es?

-¡Tú ven y ya!

-Ya, calma, calma... Voy para allá.

Fui con Reita a la sala donde el grupo se reúne a trabajar a diario, y al asomar la mirada me encontré con la persona que provocó mi confesión con Akira. "Quizá ella también quería verme..." pensé, y fue como si mis hormonas de la felicidad volasen, ya que llevaba dos días sin llamarla y estaba preocupado de que estuviera sola, y el verla salir sola me hizo dar cuenta de que ya estaba mejorando. Fue un cambio brusco el de hacer nada a salir sola.

Koga pov.

Ese día, desperté y miré por la ventana; los rayos de luz inundaron mi rostro y por primera vez en tiempo, tenía ganas de caminar bajo estos. Me bañé, me vestí bonita, pero no usé maquillaje ni un peinado especial, mi cabello se secó al viento. Usé una crop top negra de cuello en U apegada al cuerpo en tela lisa de algodón, una falda de satín negra hasta las rodillas con estampados blancos grandes en las orillas, tenía una cinta que simulaba un cinturón (era una falda alta) y un anillo de con pedrería negra y blanca opaca, un collar con una pequeña perla negra opaca y zapatos de tacón de 8,5 cm. y la punta de los pies abierta, pero no eran tan inclinados y destroza-pies como imaginan, ya que tenían plataforma en la planta frontal del pie. Cómodos, la verdad.

Caminé tranquilamente hasta donde se encuentra el comercio, y compré dos cafés moka blanco. Bueno, ya saben donde me dirigía. Mi plan era quedarme en el café y comer algo, pero como estaba sola me dio la gana y fui a buscar a Aoi al trabajo. El venía a casa casi todos los días y estaba cansado, hace dos días que no lo veía. Ya podía darme cuenta de que había sido muy desconsiderada, y al sentirme mal con eso no supe que más hacer.

Al llegar al edificio, busqué a los miembros de la banda. No demoré mucho, son bastante peculiares; es como si llevaran tatuado "The GazettE" en la frente. En fin, encontré a Uruha. El llamó a Aoi para que viniera donde estábamos, y no se por que, pero algo en mi estómago hizo que sintiera una especie de calambre constante, les suelen llaman nervios.

-Oye, ¿Para que has venido? Aoi dijo que iría a verte hoy.

Miré indiferente a Uruha, reí al girar la cabeza para mirar al frente, y dije firme.

-Por que he sido desconsiderada con él, era mi turno.

Rió sin interrumpir su camino. No demoramos mucho más en llegar a destino, y me encontré con... No se sus nombres, pero eran el baterista y otro más que no tenía instrumento, en ese momento. Me saludó el batero.

-¡Hola, tiempo sin verte! ¿Tu fuiste a buscarla, Uruha? Aoi estará alegre.

Sonreí parcialmente y saludé con la mano. Uruha respondió.

-No, llegó sola y la he traído aquí. Viene a ver a Aoi, ya lo llamé.

-Hablando del rey de Roma...

Me giré hacia atrás y me topé con su presencia. Me saludó de un beso en la mejilla.

-¿Cómo estás, princesa? Saliste... - Me tomó de los hombros, con sorpresa en el rostro.

-Muy bien, Aoi. Toma. - Le entregué su café y me agradeció. Reanudé. -Solo quise venir.

Sonrió y me agradeció otra vez, se le veía tranquilo como nunca. Pasamos a sentarnos, Aoi tomaba su café y hablaron de cuando sería la próxima jornada de trabajo. Me enteré de que tendrían una semana libre y menos trabajo de aquí a 3 meses, ya que las promociones y invitaciones de todo tipo van disminuyendo de a poco. Aoi se despidió. Ya no quedaba café.

Princesa. [Fanfic de The Gazette (Aoi X Koga)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora