Hace mucho tiempo existió una mujer dedicada exclusivamente a escribir. No dormía, ni comía, ni salía de casa; solo escribía. Cuando le faltaba inspiración, cosa que pocas veces sucedía, se frustaba consigo misma y leía, a la espera de que esta volviera.
Un día en el que su inspiración no estaba en su mejor momento, se le apareció un espíritu y le dijo
-Pasas el día encerrada entre libros, bien sean los tuyos o los de otros. No tienes conexión con el resto del mundo. ¿Por qué sigues aquí si no tienes ninguna otra alma por la que vivir? -Y la encerró entre sus libros para siempre.
Dicen que ella sigue buscando una forma de salir y arreglar sus errores.