Había una vez una niña que quería ser escritora. Desde muy pequeña le había gustado leer y el había llamado la atención el hecho de escribir sobre sus propios mundos llenos de fantasía.
Un día, cuando ella tenía 11 años decidió empezar a escribir una novela. Lo que la motivó fué que una vez, leyendo un blog de reseñas literarias, vió que una chica de 15 años había publicado un libro. Y ya que ella tenía una idea para una trilogía en la cabeza, decidió empezar.
Ella escribía y escribía y escribía con mucha motivación y esfuerzo. Le mostraba el borrador a sus amigos cada vez que escribía algo nuevo. A ellos les fascinaba la historia, amando y odiando a los personajes adecuados.
Hasta que un día, releyendo lo poco que había escrito, vió que la historia carecía de sentido, sus personajes eran de papel; las locaciones, de cartón y la trama, un nudo de palabras que no podía deshacer. Así que decidió que lo mejor sería cortarlo en ese momento, antes de que le fuera demasiado difícil.
Cuando le dijo a sus amigos que dejaría la historia, se pusieron muy tristes, pero entendieron que sería lo mejor (a pesar de que al principio casi la lincharon).
Pasó un año sin escribir, y en ese año logró organizar sus ideas acerca de la historia. Y volvió a escribir, esta vez sin decirle a nadie a excepción de sus padres, así no estaría bajo ninguna presión y escribiría solo cuando estuviera inspirada y no por obligación -además de poder evitar futuras muertes si volvía a cancelar la historia-.
Pasaron los años y ella siguió escribiendo, hasta que logró terminar los tres libros tres meses antes de que cumpliera 15. Sus padres los leyeron y les encantó, en especial a su mamá, a pesar de que no le gustaban las libros de ese género (distópico). También se la mostró a sus amigos y esa vez les gustó mucho más que la primera.
Decidió presentarla a una editorial. Después de dos meses de planteamiento decidieron publicarla.
Ese fué el mejor cumpleaños de su vida.
Ella creció y logró su sueño de convertirse en autora.
Escribió varias historias más; pero sus favoritos siempre fueron los primeros: la trilogía Captive.
