QUERIDO PUTO DIARIO

15/08/2023

Tras intercambiar unos cuantos mensajes típicos y rutinarios de Grindr, yo le hice la siguiente pregunta a Dew; "¿Y eso que me has escrito?", es una pregunta que suelo hacer comúnmente cuando alguno de esos chicos de los que hablado antes me escribe, porque cuando la respuesta es "Pareces majo" sé casi en automático que efectivamente solo quiere un poco de atención y que al día siguiente ya no hablaremos. Pero la respuesta de Dew fue directa, muy clara; "Me pareciste atractivo".

Así que tras celebrarlo para mis adentros, seguimos hablando, al poco él me pidió mi instagram, se lo dí y comenzamos a hablar por allí. Lo malo es que hablando por instagram él me preguntó por mi edad, yo le contesté; "20", procedí a preguntarle la suya y me contestó; "17", eso me dió un huelco en el estómago, como si estuvuera haciendo algo malo, yo le pregunté si estaba cómodo con la diferencia de edad, él me contestó que todo estaba bien, eso me dejó mal sabor de boca pero tras hablarlo un poco, decidí seguir hablando con él.

Hablamos durante aproximadamente una semana hasta que me preguntó si quería quedar con él, para pasar el día juntos por la ciudad, a lo que yo obviamente acepté sin dudarlo. Conforme llegaba el día yo me iba sintiendo cada vez más inseguro sobre si le podría si quiera atraer, pero no iba a echarme atrás así que llegado el día nos vimos. Habíamos acordado que yo lo recogería en la estación de autobuses y que luego iríamos a una cafetería bastante bonita (y algo cara) que se encontraba en el casco antiguo de la ciudad.

Cuando iba llegando lo ví entrando a la estación de buses, se giró me vió y ondeó su brazo. Me saludó con un fuerte, energético y largo abrazo, recuerdo que su aspecto físico me sorprendió de nuevo, era como un muñeco en la vida real, tenía un cuerpo esbelto, el rostro ligeramente maquillado con una piel de porcelana, los bucles del pelo perfectamente hechos, llevaba una camisa blanca y unos vaqueros azules ceñidos, ambos le iban como un guante, también tenía una sombrilla y unas manguitas para protegerse del sol, casi se me olvida, también llevaba unas lentillas verdes que hacían que sus ojos fuesen muy llamativos.

Estuvimos paseando y hablando tranquilamente, él solito llevaba la conversación mientras yo lo escuchaba y respondía, lo cual es genial porque no se me da muy bien hablar si no tengo algo en especial que decir. Mientras andábamos de camino a la cafetería me preguntó por mi cumpleaños, a lo que le dije; "18 de noviembre", se sorprendió y me preguntó si lo decía en serio, a lo que se lo re afirmé, él me contestó; "El mío también", en ese momento comenzamos a reír por la gran casualidad.

Una vez llegamos a la cafetería todo fue bien, la conversación era interesante y fluida, realmente me sentía a gusto con él, no estuvimos mucho rato. Cuando le pregunté si nos íbamos el me dijo que sí, pero que primero iría al baño, a los pocos minutos volvió y le dije que vayamos a pagar, él me contestó que ya había pagado y en ese momento le pregunté si le podía hacer un bizum o algo, él me dijo que no, que siempre que saliesemos juntos no dividiríamos la cuenta, pagaría uno u otro. Esa respuesta me sorprendió para ser una primera cita.

En mi ciudad el verano es lo peor, es extremadamente caluroso, pesado y húmedo debido al mar, yo estaba haciendo mis mejores esfuerzos para no parecer un cerdo sudoroso. Tras la cafetería decidimos dar un paseo por un parque que se encuentra al lado de un castillo, el parque de la Ereta. Fue una terrible idea debido al calor y el sol, pero las vistas eran impresionantes, finalmente encontramos un sitio con sombra en el que sentarnos a charlar, no sé calcular cuánto tiempo estuvimos allí hablando.

Al bajar del parque fuimos al puerto, a seguir conversando y dar un paseo, después de un rato me dijo que tenía hambre, así que buscamos un restaurante a buen precio para comer juntos. Era adorable como era tan desordenado y torpe para comer, no podía dejar de sonreír mientras lo veía intentar no mancharse, tras la comida nos quedamos un rato largo charlando, en esta ocasión pagué yo la comida.