Apenas su amigo acababa de pronunciar esa pregunta, los otros dos agudizaron sus oídos en espera de la respuesta de la fémina, ansiosos por saber cuál era su nombre.
Ese repentino comportamiento no era algo que sucediera con frecuencia, solían haber muy pocas veces en las que se interesaban en lo mismo.
Ella... ella era la primera persona que les llamaba tanto la atención. Todo en ella era hipnotizante, maravilloso, elegante y la lista podría seguir sin fin.
Si esa era la impresión que les daba, ¿cómo sería conocerla por completo?
Lo que sí sabían era que ese delicioso aroma nunca dejaría de rondar por su mente, sus fosas nasales han llegado a llenarse por completo, aspirando y disfrutando de lo agradable y relajante que era.
Estaban actuando demasiado extraño, todos... Esa alfa lograba despertar algo en lo profundo de su ser.
Cuando le hizo la pregunta a la chica, esta se giró para tenerlos delante de ella, anulando su idea de marcharse. Tampoco era como si tuviera muchas ganas de hacerlo, se sentía a gusto cuando los miraba, sintiendo como esa combinación de aromas penetraba en lo más profundo de su ser.
Sin poder evitarlo, volvió a inhalar y cerrar sus ojos, completamente ida ante esas presencias.
Ellos por su parte, cuando vieron la acción que hizo la alfa... se sintieron emocionados y sus lobos se regocijaron orgullosos al darse cuenta de que estaba oliendo sus aromas.
No pudieron evitar el sonrojo, como la sangre se concentraba en sus mejillas haciéndolos ver de lo más bonitos ante cualquiera. Simplemente bajaron la cabeza, ocultando las sonrisas llenas de alegría que se plasmaron en sus rostros.
Pasaron unos segundos más antes de que la alta abriera sus ojos suspirando en el proceso, dejando anonadados a los omegas por el escenario presentado delante de sus ojos.
Había que entenderlos.
Su contextura y la figura que poseía eran demasiado atrayentes, la ropa que llevaba le quedaba como anillo al dedo y su pelo suelto se ondeaba sobre sus hombros, perfectamente peinado. Su pose era algo que también intimidaba, pero la hacía ver realmente elegante.
La voz de la alfa los hizo salir de su ensoñación.
—Mi nombre es Koo RyeOn.—su rostro no demostraba ninguna emoción, pero sus ojos sí dejaban ver aquel pequeño destello de felicidad.
Volver a oír su voz fue como oír una música celestial que los hizo relajarse al instante. Ese tono grave que les revolvía las entrañas por los nervios, aquella sutil suavidad que le añadía podía con ellos.
Era asombroso lo mucho que conseguía producir en ellos con tan poco.
—Que lindo nombre...—uno de los chicos, SiWon, abrió la boca para pronunciar esas palabras, inconsciente de lo que decía al estar anonadado por su presencia, aunque al darse cuenta enseguida cerró la boca con la mano, reprochándose a sí mismo.
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❝𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐀𝐋𝐅𝐀❞
RomanceUna 𝐚𝐥𝐟𝐚 con una apariencia y una presencia imposibles de ignorar, un aroma que dejaba a muchos hipnotizados. Ella era la definición de serenidad, pero era hechizante a ojo de los demás. Un 𝐛𝐮𝐫𝐝𝐞𝐥, donde conoce a tres 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚𝐬 en una s...