Goku en dxd Un mundo magico

aprendiendo a usar el Maná

"Sí, cuando era pequeño mi abuelito me enseñó las artes marciales", contestó Goku animadamente, respondiendo a las dudas de la chica.

"Perfecto, eso me facilitará enseñarte a pelear", comentó la chica con una sonrisa.
"Te enseñaré cómo concentrar tu magia o, en tu caso, tu Maná.
Después de eso, tendrás que aprender a usarlo mientras peleas".

Goku se mostraba curioso y preguntó, "¿Y qué es lo que tengo que hacer?"

"Quiero que alces tus manos y te relajes, siente tu entorno.
Ahora intenta concentrarte", explicó la chica.
Goku decidió acatar todo lo que le decía y siguió sus instrucciones, intentando concentrarse al escuchar sus palabras.

"No te desesperes si no sale a la primera.
Aprender lo básico del Maná puede ser difícil, pero quiero que sientas cómo fluye en todo tu cuerpo.
Concéntrate y sigue intentándolo", añadió la chica, animándolo.

Mientras observaba al chico, le daba indicaciones para explicarle qué era lo que tenía que hacer.

La suave brisa recorre cada centímetro de mi cuerpo, acariciando mi piel con delicadeza, mientras los sonidos del entorno indagan en cada rincón de ese lugar mágico en el que me encuentro.

Siento cómo la tranquilidad se apodera de mí, permitiéndome sumergirme en los detalles que hacen de este momento una experiencia única y especial.
Algo en el aroma de las flores y en el susurro de las hojas me transporta a un estado de serenidad absoluto.
Me envuelvo en esta sensación, absorbiendo cada matiz de colores que se funden en armonía a mi alrededor.
Es como si el tiempo se detuviera, permitiéndome disfrutar de cada instante, como si el universo conspirara para regalarme esta paz interna.

Realmente era increíble esta sensación, hacía que olvidara todo lo que ocurría a mi alrededor.

Lentamente, sentí como un calor rodeaba todo mi cuerpo, como si cada parte de mí fluyera con esta agradable sensación.
Sentía familiaridad con esto, como si ya lo hubiera experimentado antes, pero era la primera vez que lo sentía.

De repente, todo mi entorno se volvió extraño.
Podía sentir a los árboles, a los animales, e incluso con mis oídos podía escuchar a lo lejos un río fluyendo.
¿Cómo era esto posible? Sin embargo, la tranquilidad que me brindaba me permitía concentrarme cada vez más.

Lentamente abrí mis ojos y observé mis manos.
Sentía esa misma energía fluir.
Me preguntaba qué pasaría si la concentraba en las palmas de mis manos.
Intentándolo, logré algo que no esperaba.
Lentamente, una bola de energía comenzó a formarse en mis manos.
Su brillo y calor eran cálidos.

"Ya habían pasado dos horas desde que le había dado las indicaciones al chico, y observaba asombrada cómo él permanecía inmóvil en el lugar.
Era increíble ver la concentración que tenía.
Aunque se estaba aburriendo de esperar a que el chico terminara, de repente comenzó a sentir una energía emanando de él.
Giró la cabeza ligeramente y vio cómo lentamente acumulaba maná en todo su cuerpo.
Esto era impresionante, ya que él no tenía experiencia ni conocimientos en magia o maná, y aun así lo estaba haciendo de manera rápida y sin necesitar un conjuro.
Incluso logró invocar una pequeña esfera de energía.