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CAPÍTULO TRECE Lamento haberte lastimado
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📇◦ ✨ . . 🩶 ೃ࿔ 🌦️ • ༄
La situación era que Blair era una persona valiente. Había olvidado la cantidad de veces que se enfrentó a asesinos seriales con armas, o las veces que habían intentando dispararle. Por suerte, nunca le había pasado nada, pero era diferente cuando se trataba de decirle a Spencer que lo quería. En el trabajo, nunca la habían herido, pero en el amor, era un saco de boxeo.
Todo el camino a Stanford consideró durante un momento la idea de aprovechar su tiempo a solas, alejados de las locuras de sus empleos, pero no encontraba las palabras para decirle algo. Sentía que algo la estaba empujando hacia atrás, alejándose de la idea de confesarle su amor. También le intimidaba la idea de recibir una respuesta negativa, nunca se podía saber, todas las personas podían ser susceptibles a reaccionar de diferentes formas si se trataba de esa clase de emociones. Ella estaba en terapia por eso, o al menos, era una de las razones.
—Tu latte de vainilla.
Ella sonríe y le agradeció al recibir el café entre sus manos. Reid estaba actuando como siempre, hablando demasiado, extrañando su trabajo de verdad y comprándole café.
Estaban en el campus de la universidad, a unos minutos de que comenzara la conferencia. El clima era cálido, digno del estado de California, pero aun así, les apetecía un café antes de hablar sobre su empleo con jóvenes de veinte años.
Justo antes de que Blair le diera un sorbo a su café, miró una extraña cantidad de dígitos en su vaso. Curiosa, decidió mover un poco el collar, para identificar de qué se trataba. No le sorprendió mucho darse cuenta de que se trataba de un número de teléfono y el nombre Amy, con un pequeño corazón al lado.
Ella le enseña el vaso al castaño en seguida.
—Amy quería que tuvieras su número de teléfono.
Spencer convierte sus labios en una línea recta. Eso significaba, en el lenguaje Reid, que no sabía qué decir.
