Tan enamorada de tus ojos. (Gojo Satoru)

Capítulo 3: "Conflicto"

No supe más ni de Gojo ni de la misión de castigo. Él tenía sus clases y yo mi trabajo.
Nanami y yo hemos estado cómodos trabajando codo con codo, ambos somos tranquilos y ordenados por lo que nos entendíamos.

El primer día noté que él prefería cargar con todo para evitar dejárselo a otro, pero poco a poco fuí haciendo algo más a parte de lo que me mandaba y le noté más agusto con mi presencia.
Creo que confía más en mi.
Me enseñó como hace sus informes para dejármelos a mi. También le note más dispuesto a solicitar mi ayuda en algunas misiones.
Nos llevamos bien a nuestra forma.

El director parecía contento con nuestro trabajo, incluso me dió las gracias por quitarle un poco de peso de encima a Nanami.

Hoy, después de varios días, Gojo entró al despacho de Nanami. El rostro pacífico y tranquilo del rubio se tornó a uno de molestia.
Le va a matar.
Empezó a fastidiarle y ha hablarle de cosas sin sentido, aún no se había dado cuenta de mi presencia. Nanami le amenazó varias veces con echarle en vano.
Cuando se iba a ir se fijó en mi y me saludó brevemente mientras dejaba con disimulo un papel en la mesa de Nanami.
¿Qué será ese papel? ¿Por qué no se lo ha dado a él directamente?

Supe la respuesta rápidamente a esas preguntas. Nanami leyó el papel y gritó el nombre del pelo albino a la par que salía con rabia de su despacho.
El papel estaba en el suelo hecho una bola...
Era un dibujo de un pene con la palabra "pene" escrita debajo.

No pude evitar reirme de lo infantil que era ese papel. Sé que a Nanami este tipo de cosas le sacan de quicio, más de una vez han aparecido este tipo de papeles sin culpable aparente, hasta ahora.
Hemos encontrado al culpable.
Nanami apareció tiempo después bastante contento, eso significa que Gojo no ha logrado escapar...

Ahora me encontraba en mi cuarto pintando mientras que de fondo la música envolvía toda la habitación, todo tan tranquilo...
No tenía nada más que hacer ya que Nanami y yo habíamos terminado.
No estaba haciendo nada en concreto, pintaba cosas aleatorias.

-¡Hirawa! Es hora de entrenar.

-¡Toca la maldita puerta! Joder... -Con mofa en el rostro cerró la puerta e hizo lo que pedí...imbécil.

-¿Estás ahí Hirawa? Soy Gojo, voy a entrar...

-Gilipollas.

-¡Oye, esa boca! -Como persona madura que soy, mi respuesta fue sacarle la lengua. -Luego soy yo el infantil...

-Vámonos, tengo ganas de darte una paliza.

Al pasar por su lado pude oír como se reía, era obvio que no le llego ni a las suelas de los zapatos pero me da igual.
¿Acaso no tengo derecho a soñar?
Mi meta es golpearle aunque sea una vez, tampoco pido tanto...

Inició el entrenamiento una vez pisamos la cancha del centro. Calentamiento básico, ejercicios de cuerpo completo. Y ahora la mejor parte...pelea cuerpo a cuerpo.

-No vale usar el infinito, ninguno puede.

-Yo no soy la tramposa aquí Gojo.

-Te daré ventaja por educación, adelante.

Me lancé hacia él preparada para darle un puño en el estómago que esquivó. Estuvimos un rato largo así, yo lanzando golpes y él esquivando. Me estaba cansando y me frustrada no rozarle.
Fingí ir a golpear su cabeza siendo mi objetivo su estómago... ¡Le dí!

Poco duró mi felicidad cuando su puño voló a mi cara, me pasa por imbécil. Siguiendo con esa estrategia pude darle dos golpes más, el problema es que ahora sí estaba atacando de vuelta y joder...como dolía.
Otro golpé directo a mi estómago hizo cayera al suelo al perder todo el aire de mis pulmones bruscamente.