Tan enamorada de tus ojos. (Gojo Satoru)

Capítulo 4: "Sukuna"

Pasé toda la mañana, con la cabeza hecha un lío, trabajando con Ieiri ya que Nanami se encontraba fuera y el director dijo que no quería dejarme con Gojo ya que no quería volver a aguantar "nuestras" estupideces, cosa que le agradecí enormemente.
Aproveché, ya que estaba allí, para preguntarle directamente a Yaga si me habían investigado, cosa que me tuvo que confirmar finalmente tras mi insistencia.
Me sorprendió averiguar qué realmente no habían encontrado mucho en sus investigaciones...el canoso me había mentido. Pensé en chivarme pero lo descarté, una venganza sonaba más apetecible.

Con Ieiri básicamente no hice más que colocar la enfermería: vendas, sueros, cosas para hacer puntos...etc.
No pasó nada destacable, ella iba a su bola y yo estaba en mi mundo.

La hora de comer fue bastante aburrida ya que no había nadie, se sentía todo excesivamente vacío... Y un mal presentimiento recorrió cada fibra de mi ser.
Parte de mi cabeza llevaba todo el día pensado en Fushiguro y la maldita misión. No he recibido noticias del joven, pregunté a Ieiri pero no sabía nada y me dijo que le preguntara a Gojo, cosa que por supuesto no iba a hacer.

-¡Estás aquí! Tengo noticias de Megumi. - Le indiqué con la mano que siguiera hablando, no tenía ganas de estar cerca de él.

-Cree que sabe quién tiene el dedo, irá esta tarde a hablar con él cuando vaya al hospital.

-¡¿Fushiguro está en el hospital?! -Le voy matar.

-No no, el chico que tiene el dedo. Megumi le escuchó decir que iba a ir, también me dijo su nombre... ¡Itadori Yuji!

-Menos mal...

-Está todo controlado... ¿Sigues cabreada conmigo? - No le voy a responder porque podría ser el inicio de un intento de asesinato.

-¿No crees que ya eres lo suficientemente adulta para este tipo de cosas? Tenemos que trabajar juntos y esto solo entorpece las cosas.

-¿No crees que quedaría bien mi pie en tu culo?

-Amargada...

-Si no tienes nada más que decir, vete.

-Te recuerdo que si sale bien la misión tendrás que ser mi amiga y ¿sabes qué? Los amigos se tienen que llevar bien.

-Lo dudo mucho, le he contado todo al director y le he presentado mi dimisión. - Venganza parte uno: iniciada.

-Eso es mentira.

-Compruébalo lleva toda la mañana buscándote, si fuera tu, me plantearía cambiar de país.

- ...

-Diría que ha sido un gusto conocerte, pero mentir es cosa tuya.

Me levanté del escalón del patio y me dispuse a ir a mi habitación actuando concierto dramatismo para que fuese creíble. Pero antes de tan siquiera llegar a entrar al edificio, el albino tiró de mi brazo obligándome a determe y quedar frente a él.

-¿Qué? ¿No estás contento? La amenaza se va. -Quise tragarme mis palabras al ver la expresión de su cara...

-Te mentí para que no contases nada. Es cierto que te investigamos pero no averiguamos nada referente a ti... que si lo analizamos bien...no deja de ser sospechoso, pero eso no es lo importante. No te puedes ir.

-¿Por qué?

-Tienes unas habilidades poco comunes y muy difíciles de controlar, te necesitamos y nos necesitas... Y...bueno...- Verle sonrojarse de la nada y empezar a tartamudear me dejó sorprendida, no me esperaba a verle así.- Da igual...no puedes irte.

-Tks, tenía pensado vengarme de ti durante un tiempo más pero me has dado hasta lastima. Desde esta mañana sé que no encontrasteís nada al investigarme, no me he dicho nada de la misión y tampoco iba a irme... aún. Ahora, suéltame, no quiero verte más de lo necesario.