Capitulo 3

61 6 2
                                    

Lo hizo... IMe corto mí preciado cabello, y ahí está el, Sasuke Uchiha riéndose a carcajadas de mi expresión de horror. Ahora mi cabello me llega hasta los hombros y el sigue riendo, quiero matarlo por hacerme esto «Porque no pudo abrir las puertas del ascensor y ya» pero no, solamente lo corto.

Apresar de haber hecho eso no se ha movido ni un centímetro de mi rostro y puedo sentir su aliento chocar contra mis labios y tanta cercanía me da escalofríos que recorren mi espalda.

ー¿Terminaste de reírte? ー pregunto cuando ya controló sus carcajadas. El se mantiene en silencio sin pronunciar una sola palabra hasta después de un rato

ー Sakura te vez horrible ー en su rostro se forma una sonrisa burlona

ー Y tú vas a quedar peor sino dejas de burlarte Sasuke

ー Ey recuerda que ahora tú eres mi esclava y tienes que llamarme amo

ー Estas demente, no te voy a decir así

ー No tienes opción tú eras la que te ofreciste a ser mi esclava - luego parece que una idea muy macabra aparece en su mente porque sus ojos brillan con malicia -dime amo

-Seras imbécil

-Dilo

ー Esta bien ー me hace un ademan con la mano para que siga - amo

Eso suena horrible en mí boca.

Pero hay algo que todavía no me queda claro.

ー¿Porque todos saben mi nombre?

ー No solo tú nombre, te llamas Sakura Haruno, tienes 18 años, estudiás administración de empresas y eres nueva

-¿Como sabes eso?

ー Llevas tú carnet estudiantil colgando de tu cuello

hasta el momento no me había dado cuenta de ese detalle «eso explica muchas cosas».

El día transcurrió con normalidad después de ese examen sorpresa no vi mas a Sasuke. Por lo que pude averiguar compartía clases con el 2 veces a la semana y el chico rubio se llama Naruto Uzumaki y con el también compartía dos veces a la semana.

Ya era era hora de la salida termine mi última clase y me dirigí a mi casa caminando porque no tenía dinero para pagar un taxi y por esta parte de la ciudad no transitan autobuses. Llegue a casa para descansar pero al entrar a la casa, me sorprendió ver a Keyla sentada en mi sofá con cara de pocos amigos

ー Lárgate estoy casada

ー Mamá te mando a decir que necesitamos dinero así que vine para que me des una buena cantidad

ー¿Keyla te estás escuchando? ー me río y ella frunce el ceño ー vienes aquí después de todo lo que me han hecho. Ustedes no son mi familia y a mi me vale que necesiten el dinero, todo lo que tengo es gracias a mi esfuerzo

ー Deja tu discurso para luego, muñeca, como sabes los Haruno cada año nos invitan para una fiesta de etiquetas y ese es nuestro pase para poder entrar en la alta sociedad, y sólo te lo voy a decir una vez. O tú nos das ese dinero o tú mentira se acaba. Tú decides

Dice para luego irse con una cara de satisfacción, que le quiero borrar de su bonito rostro. Pero no hago eso solo me pongo a llorar recordando mi pasado «un error se convirtió en una bendición y la bendición en una tragedia» corro a mi habitación y me tiro a la cama a llorar. No se cuanto tiempo ha pasado, pero sigo llorando me levanto y miro al reloj y marca que son las 5:17 AM. Cierro los ojos y duermo unos minutos más hasta que suena la alarma. Me doy una ducha, mis ojos estan rojos y veo que tengo ojeras, me las tapo con maquillaje y me coloco unos lentes para que nadie se de cuenta que estuve llorando, voy a la universidad muy sencilla, me coloco una blusa de tirantes, unos jeans, unas zapatillas Nike y para finalizar me coloque una chaqueta negra.

Mí fría realidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora