Mañana En La Batalla Piensa En Mí • KookV

III.

JungKook reconocía que había actuado con cierta impulsividad al decir el nombre de TaeHyung cuando bajó por las escaleras para encontrarse con la familia real que los visitaba, pero todo había pasado muy pronto, ahora el salón estaba sumido en un incómodo silencio, con los ojos sobre él y sobre TaeHyung quién parecía estar buscando la manera de safarse de la situación, ser el centro de atención no era exactamente su actividad favorita, no en un contexto en el que no tuviese que bailar.

— JungKook... ¿Qué sucede? ¿Conoces a este joven? — Su madre interrogó y su padre carraspeó esperando un respuesta, ya no era un niño, tenía 21 años y sus padres ya no deberían intimidarlo.

— Así es madre, es un amigo que hice hace algunos años en el pueblo, me sorprendió verlo, — respondió con toda la calma posible, mirando al chico castaño que aún estaba procesando la información porque sí, a ese punto, 6 años después de conocerse, JungKook nunca le confesó que fuera un príncipe, ni siquiera en una de las tantas cartas que se escribieron.

— Sus majestades, no se preocupen, mi hijo paró un momento durante nuestro viaje hacia aquí en el pueblo y le encantó el trabajo de la costurera y su hijo, por supuesto, mi príncipe tiene buen ojo y quiso tenerlos como parte de su equipo de sastres, — por un momento, habían olvidado que había invitados, y la voz que irrumpió fue la de YoonHee, reina de Shalom.

La mujer vestía un elegante vestido color azul oscuro, muy ostentoso que incluso TaeHyung pensó en lo pesado que debía ser lidiar con la prenda cuando miró a la reina, llevaba demasiados complementos encima que casi podría compararla con un árbol de navidad como el que su madre ponía en la sala de su casa cada navidad, eso sí, no llevaba una corona, sino un sombrero igual de exagerado que su atuendo.

— Por supuesto, por favor, disculpe la interrupción, JungKook, por favor, no seas descortés con los invitados, ni siquiera pudieron presentarse adecuadamente, deja que el chico de servicio se instale, — mencionó su padre, el tono de su voz pudo no verse muy amigable al referirse a TaeHyung, a lo que este bajó más la cabeza, no estaba acostumbrado a lidiar con gente así, y estuvo de acuerdo con irse a instalar pero el príncipe tomó su brazo y lo detuvo.

— No te muevas, — le ordenó y se acercó al lugar que le correspondía a lado de sus padres y levantó la mano para que el hombre que estaba anunciando a los invitados, prosiguiera, TaeHyung se quedó de pie sin mirar hacia arriba.

— Su Majestad, la reina YoonHee Catherina de Shalom, — la mencionada hizo una reverencia elegante hacia los reyes y el príncipe, — Y Su Alteza Real, el príncipe YeonJun Alexander de Shalom, — el chico hizo una reverencia delicada.

— Ya que estamos aquí con las presentaciones, TaeHyung, acércate por favor, — le pidió el príncipe, a lo que el chico se acercó a paso lento hasta quedar a un lado y detrás de los extranjeros, — Madre, padre, Kim TaeHyung, bailarín talentoso y también quiero presentarlo como mi propuesta de consorte real, — toda la sala contuvo el aliento, aún más el mismo TaeHyung que sintió que definitivamente esa mañana no debió salir de la cama desde que se cayó al poner un pie fuera de esta.

— ¿Perdón? JungKook, pero qué estás diciendo, ¿Te estás escuchando? — En realidad el príncipe no quería ser así de abrupto con sus dos secretos revelados pero sabía perfectamentela intención de la reina de Shalom, lo supuso desde muy lejos y solo se adelantó a la situación.

— Sus Majestades, que casualidad que el príncipe presente un candidato, la razón de mi visita también era proponer a mi príncipe como el consorte real del príncipe, una alianza así sería muy beneficiosa para Shalom y Sisu, — la mujer había sido muy ingeniosa para meter con inocencia el tema de la alianza.

Los reyes de Sisu se miraron durante un momento, mirando hacia abajo era obvio el contraste de el príncipe YeonJun y el chico castaño, que aún con ello, también veían algo muy imponente en su rostro.