—Vamos—Hubo un corte y un forcejeo, la nueva voz irritada pertenecía al psicólogo Seonghwa.—No vinimos a perder nuestro tiempo, niño. Eres nuestra única esperanza, Jongho está estresado y un muñeco de goma no es suficiente. ¿Tienes idea de cuánto cuestan los reemplazos de silicón? ¿Qué pasa si muriera por culpa tuya.
Yeosang vio la pila de muñecos.
Tenían el rostro deshecho, marcas de garras le habían hundido los ojos a la mayoría y los hombros estaban prácticamente rotos.
"Quieren que sea una puta" pensó "Me quieren como una puta para este monstruo."
¿Alguna vez alguien pensó en el o en sus sentimientos?
Taeyong era igual que ellos. Papá hacia lo mismo que Tae. Y nadie más le daría trabajo en el pueblo.
Se quitó la bata dejándola caer, evitando mirar a su padre o los científicos.
Se echó en el frió musgo sintiendo mas pudor y vergüenza de lo normal.
—No son cámaras solo personas— pensó abriendo las piernas, el frió le carcomía los huesos.
Odiaba las cámaras.
Las cámaras le recordaron a su ex novio. A las cosas que se grabaron ahí y compartieron con el mundo sin su consentimiento.
—Las manos debajo de las rodillas. Échate de espaldas. Probemos otra posición —indicó Hongjoong—Si, muy bien, súbelas para mostrar tu...emm ano. ¡No cierres los ojos Yeosang! Si algo sucede mal te sacaremos de ahí, te lo prometo.
Así lo hizo.
Pudo ver que la macabra sonrisa de Jongho se esfumó y volvía a ser el mismo hombre de boca pequeña.
Más tranquilo al verlo sin ropa y sumiso.
La abertura de su entrepierna volvió a abrirse y esa cosa azul salió más erecta que antes.
Yeosang apartó la vista.
—Es su pene Yeosang. No te preocupes, Jongho lubricará por los dos.
El tritón estuvo olisqueándolo largo rato. Su nariz se arrugó y un sonido confuso salió de su garganta cuando vio a Yeosang ofreciéndose a si mismo como una futura pareja disponible sólo para él.
Yeosang dejó caer la cabeza en el musgo. Esperando.
Sintió las manos de hielo sobre sus hombros, las garras que se encogían hasta convertirse en manos humanas con uñas normales, la textura de la cola escamosa entre sus muslos gruesos y los increíbles ojos grises medio azulados que lo miraron fijamente por unos segundos, examinando a su nueva presa.
El tritón hizo unos click con la lengua y yeosang se preguntó si tenía más conciencia de animal que de humano, parecía un hombre, pero también era un pez y se comportaba como una bestia feral.
Lo más importante, no hablaba.
Pensaba en eso hasta que un líquido caliente bajó por su entrada, el miembro del tritón lubricaba y vaya que lo hacía. Chorreaba y Yeosang se sonrojo pensando que era orina.
—Esta lubricando—tranquilizó Hongjoong desde el altavoz y todos comenzaron a tomar notas.—Te ha aceptado como pareja. Al menos por hoy. Mantente en esa posición.
Yeosang se sostuvo el hueco de sus rodillas y tiró de estas hacia su pecho para permitir que Jongho y su enorme polla lo dejaran bien mojado.
No quería que lo desgarraran.
Cerró los ojos imaginando ser el muñeco. Usado, siempre usado, no lo amaban por lo que era, porque para todo el mundo solo era un muñeco de goma con un hueco entre las piernas, algo para corromper y desquitarse.
