IX ┊ ❝ Men ❞

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—Dios mío, Jihyo, ahora no, no cuando acabamos de hablar sobre mis inseguridades y lo que pasó con Mina anoche. —Jihyo sabía que aquel tema de conversación, no iba a ser muy bien recibido por parte de su mayor, y era entendible, pero le prometió a su pareja poder ayudarla.

—Lo sé, y lo siento, Nayeonnie, pero le prometí a Somi que hablaría contigo.

—Pues dile a Somi que se meta por el culo la cita que Jungkook quiere conmigo. —La coreana menor suspiro derrotada. Era obvio y muy comprensible que Nayeon no quisiera darle una cita al hermano de su novia. Personalmente, encontraba muy inmaduro que Jungkook, siendo el hermano mayor, hiciera un berrinche porque Im lo había rechazado. Y eso, obviamente, puso triste a Somi, porque sabía lo mucho que a el muchacho le gustaba la mayor, entonces le pidió a su querida novia aquel favor.

—Es que, Unnie, es di-

—No, no lo es, ¿por qué no puede simplemente aceptar que yo no siento lo mismo? Llevo cuatro años con Mina, Hyo, cuatro, me es difícil entender que aún así no se de cuenta. —Una santa verdad.

Dios bendito, ¿por qué de todas las chicas era Im Nayeon? La chica que sólo tenía ojos para la japonesa friki, Myoui Mina. El amor que Im le tenía a Myoui, llegaba a dar diabetes. Todos sabían lo mucho que se amaban.

¿Por qué ella?

Negó intentando no buscar una razón, ya que por más que intentaba buscarle una respuesta, no encontraba.

—Está bien, Nay, intentaré hablar entonces con Somi. —La chica de sonrisa de conejo, asintió satisfecha y de la nada, comenzó a hablar de la última blusa que se había comprado, ganándose toda la atención de su mejor amiga. Ya no querían hablar de problemas. Al carajo los hombres.
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Papeles y papeles, llenas de ideas. Cuatro chicas sentadas en un sólo sofá. Pero cada vez era más difícil, junto al griterío. Myoui estaba al límite.

—¡Ya basta! Esto tiene que ser perfecto. —Dijo casi gritando, Mina. Las otras tres chicas quedaron estupefactas, la chica friki apenas levantaba la voz. —Si quiero que nadie nos moleste o arruine, debo planificar todo de manera correcta, Nayeon se lo merece. —Luego de haber contado lo ocurrido junto a Nayeon la noche pasada a sus amigas, estas le dieron la buena idea de quizás planificar un día o noche donde sólo fueran ellas dos.

—Mina-yah, entiendo tu frustración pero es que ya no nos quedan ideas, debes quizás considerar algunas de las que anotamos. —Dijo la japonesa de mejillas regordetas. La nombrada suspiró, leyendo los papeles con contenido en ellos.

"Parque de diversiones, cine, picnic, restaurante, spa, patinaje..."

Era todo muy básico. Ella quería algo un poco más llamativo.

—Autocinema. —Habló esta vez la taiwanesa. Mina levantó rápidamente su mirada, poniéndole toda la atención del mundo.

—No se escucha mal. —Dijo Momo.

—Sí, eso hicimos en nuestra primera cita con Sana, la lleve a una colina en mi auto. —Explicó. —Llevamos cobijas, comida y una laptop. —Terminó de hablar. Sana, que estaba a su lado, sonreía bobamente mientras recordaba aquel día. Fue extremadamente romántico.

—De ahí, puedes empotrarla contra los vidrios del auto, Minari. —Agregó Momo. Sabía que Tzuyu no iba a decirlo, así que lo hizo ella.

—¡Hirai!

—¡¿Qué?! ¡Eso es lo que buscas hacer! —Tenía un punto.

—Bueno, ya, escucha a mi Chewi, esa idea es fantástica, funcionó conmigo y juro que fue una noche preciosa. —Habló la japonesa de Osaka aún con su sonrisa boba. —Quitando que no tuvimos sexo pero es un tema aparte.

—Es que haga lo que haga Tzuyu, cagar o matar a alguien, a ti te va a encantar, Sana, es un hecho. —Se burló esta vez la mayor de las tres japonesas, riendo. La dos nombradas, la miraron de manera asesina, haciéndola callar al instante.

Mina también quería reírse, porque era cierto.

—La verdad, que esa idea me gusta, es simple y tranquila, la voy a dejar en el top uno. —La pareja se miró y sonrieron para luego acercarse y darse un beso estilo esquimal. —Pero dejen sus homosexualidades, ni mi novia ni la de Momo, están aquí. —Esta vez, todas rieron juntas. Ahora estaban más que satisfechas, ya habían podido llegar a un acuerdo con la "cita", más bien, encuentro sexual.

Autocinema. Perfecto.

El timbre de el departamento de Mina sonó, haciendo que las cuatro chicas se miraran confundidas. ¿Quién puede ser? No esperaban a nadie.

Mina se levantó y fue a abrir la puerta.

—Hey, Mina, ¿podemos hablar? —Era Jungkook.
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AAAAAAH.
Fome la wea pero hay que hacer introducciones a pequeños dramas eoeoeo.
A todo esto, voy a empezar una nueva historia, VAYAN A VER.

 A todo esto, voy a empezar una nueva historia, VAYAN A VER

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stfu and let's just fvck 紅葉 minayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora