stfu and let's just fvck 紅葉 minayeon

XIV ┊ ❝ Good Morning, Bunny ❞

Los rayos de luz pegaban duramente sobre su rostro. Un día nuevo había comenzado. Abrió sus ojos, intentando recordar lo que había ocurrido la noche anterior e intentando recordar el porqué sus caderas le dolían tanto, llegando a sentirlas casi adormecidas. Sentía un peso encima de su cuerpo, una respiración que golpeaba contra su cuello, un brazo alrededor de su abdomen y una pierna que rodeaba sus adoloridas caderas. Sonrió.

Sabía perfectamente lo que había ocurrido.

Giró su rostro para enfrentar aquel angelical y perfecto rostro, cuyo era propiedad de quién afortunadamente es su novia. Su brazo, que yacía aún bajo la cabeza de su mayor, ya no lo sentía, por lo adormecido que estaba, pero aún así no quiso quitarlo para no ser brusca con su novia, así que sólo se dedicó a hacerle piojito, cosa que no iba a facilitarle mucho cuando sea momento de despertarla. Vio las sabanas negras de su cama tapando a la chica hasta los hombros. No recordaba en qué momento de la noche, ni mucho menos en qué ronda, se habían decidido por ir a su habitación, pero honestamente, lo agradecía.
Sus labios hicieron contacto con la frente de la coreana, para así comenzar a esparcir besos alrededor.

—Nayeonnie, despierta. —Llamó en un intento de despertarla, pero también era consciente de que despertar a la chica mayor, era una tarea sumamente difícil. Su mano desocupada, fue hasta su mejilla, dejando caricias suaves y gentiles, ayudando a concienciar a la coreana. Sonrió tiernamente al ver como su novia arrugaba su nariz cuando su pulgar pasaba por este. —Bebé, despierta, no seas tan dormilona, hay que comer. —Volvió a hablar. Vio como esta vez, la mayor se dignaba a abrir un poco sus ojos, haciendo que chocaran con los suyos.

Mentiría si esa no fue la imagen más hermosa de su día.

Siguió observándola hasta que vio esa sonrisa de conejo en el rostro de la chica. Por fin despertó.

—Mimi. —Habló en un susurro la coreana, con un tono, que Mina personalmente, encontró sumamente adorable.

—Buenos días, Conejita. —Saludó la japonesa, quitando pequeños mechones de cabello del rostro de su amada. Im escondió un poco más su rostro en el cuello ajeno, no queriendo levantarse.

—Buenos días, Pingü.

—Ey, es hora de levantarse, cariño. —Esta vez, la japonesa intentó levantarse con sumo cuidado, no queriendo, nuevamente , ser brusca con su novia. Nayeon negó y se apegó más al cuerpo de la chica, no queriendo dejarla ir, necesitaba más de su cuerpo junto al suyo, seguían desnudas, no iba a desaprovechar la oportunidad.

—No, Mimi~. —Habló con tono adorable. —Cinco minutos más y ya. —La menor negó. No iba a caer en su juego nuevamente.

—Yeonnie, no, debemos ir a ducharnos y luego, te haré un rico desayuno, ¿sí? —Nuevamente Nayeon negó.

—Minari, sólo un rato más aparte, necesitas mi ayuda. —Esta vez, su tono fue atrevido y coqueto, dejando confundida a la chica otaku, quién frunció su ceño.

—¿Ayuda? ¿En qué, Nayeon? —Preguntó inocentemente, sin siquiera pensar en que su novia de un momento a otro, se iba a sentar sobre sus muslo. Un sonrojo invadió sus mejillas al ver nuevamente a Im "jodidamente sexy" Nayeon, tal y cómo Dios la trajo al mundo, con un decorado de mordidas y chupetones por su cuello y torso, especialmente en el sector de sus pechos.

Nayeon sonrió al ver el rostro de su novia, y esa sonrisa de ensanchó aún más cuando sintió la erección "matutina" de su novia, golpeando su abdomen. Con su diestra, la rodeó, comenzando a masturbar un poco.

—Quizás con esto, ¿no crees? —El jadeo que le dio Mina en respuesta, hizo que un cierto cosquilleo golpeara la parte baja de vientre. Comenzaba a calentarse.