Se encontraba esperando a que Pablo saliera de sus clases para poder ir a comer helado como habían planeado para tener su cita, cuando vio que ya se estaba despidiendo de sus compañeros se apresuró a ir a donde estaba.
¿Ya podemos irnos? -preguntó mientras pasaba uno de sus brazos por los hombros de Pablo.
Está bien amor -dijo y le sonrió.
Entonces andando -mencionó y empezaron a caminar por los pasillos.
Mientras caminaban al cine se pusieron a platicar sobre como les había ido en sus clases a lo largo del día, cuando llegaron a la heladería se pusieron a ver de qué tipos de nieve había.
¿De cual quieres? -preguntó una vez supieron los sabores.
De chocolate -dijo para después ver como Robert iba a pedirlos.
Cuando llegó con ambos helados Pablo ya se encontraba sentado en una mesa para apartarla, ambos empezaron a comer mientras se agarraban las manos por arriba de la mesa y admiraban el paisaje.
Está muy lindo el lugar -confesó y siguió viendo el paisaje.
Cierto, está muy lindo -dijo mientras veía a Pablo.
Después de que Robert terminó de decir eso Pablo volvió a verlo dándose cuenta que todo el tiempo lo estuvo viendo lo que hizo que se avergonzará y dejara de verlo.
¿Por qué te averguenzas? -preguntó mientras agarraba el mentón de Pablo y hacía que lo viera.
No es vergüenza, solo son nervios -aclaró Pablo mientras seguía sin mirarlo.
Robert solo asintió mientras una sonrisa se formaba en su cara.
Entonces ¿Ya podemos irnos? -dijo y se puso de pie
Claro -afirmó Pablo y también se puso de pie.
Mientras caminaban a la casa de Pablo se agarraron las manos para tratar de hacer que el tiempo juntos fuera más, a la mitad del camino a Pablo le llamó la atención una tienda por lo que tuvieron que entrar.
¿Estás seguro que te vas a llevar todo eso? -lo miro Robert algo extrañado por todas las cosas que tenía en la mano.
Muy seguro -dijo seguro a lo que Robert solo pudo asentir con la cabeza.
Después de que comprara las cosas se apresuraron para ir a la casa de Pablo para llegar antes de que se cumpliera la hora límite.
Cada vez caminaban más rápido mientras Robert lo ayudaba a cargar las bolsas para que no se cansara antes de llegar. Cuando estuvieron frente a la casa de Pablo le dio un beso antes de que entrara.
Te veo mañana -dijo Robert mientras veía como Pablo entraba a su casa.
