seis

153 6 0
                                    

Era sábado y Jimin había sido invitado al entrenamiento unas horas antes de la competencia en el gimnasio de la escuela.

—¿Eres del equipo de esgrima? —el guardia que vigilaba la escuela lo observó detenidamente. Jimin no llevaba uniforme deportivo ni mochila.

—Oh... no, me invitaron a ver el entrenamiento. —Jimin aclaró nervioso, sus manos jugaban con su pequeña bolsa de mano. —¿Necesitaba una invitación?

—No, pero generalmente los acompañan. —el guardia rubio asintió antes de suspirar. Esperaba ver a Jungkook entrenar o, al menos, mostrarle su apoyo desde lejos.

Pasaron unos incómodos minutos junto al guardia mientras intentaba enviar mensajes a Jungkook para que fuera por él, pero parecía que no había señal en la zona.

—Oye, chico. —Jimin dejó su teléfono a un lado cuando escuchó que el guardia lo llamaba. —Entra al gimnasio, cuando termine el entrenamiento asegúrate de salir con él.

—¡Muchas gracias! Prometo hacerlo. —agradeció y corrió apresuradamente hacia el gimnasio. Al parecer, el guardia se compadeció de él.

Sin perder tiempo tocando, Jimin deslizó la puerta para entrar silenciosamente y, con pasos cortos, se dirigió a una pequeña banca cercana. Acomodó su bolsa en su regazo con esmero mientras su mirada recorría el gimnasio, maravillándose de su belleza. Solo había estado allí durante la ceremonia de inicio de curso, lo cual fue hace bastante tiempo.

—¡Hola! ¿Eres invitado de alguno del equipo, cierto? —una voz cercana lo interrumpió. Jimin giró su rostro un poco asustado, pero asintió.

—Sí, mucho gusto. —Jimin observó curiosamente el uniforme blanco que llevaba el chico. —¿Eres parte del equipo?

—¿El prodigio Jeon, eh? —Jimin notó una extraña expresión en su rostro. —Por cierto, soy Yoongi, el líder del equipo.

—¡Oh! Mucho gusto, no lo sabía. Soy Jimin. —se presentó un poco avergonzado.

—No te preocupes, Jimin.

Un pequeño grupo de chicos vestidos con el mismo uniforme entró por una puerta que parecía llevar a los baños del gimnasio. Jimin empezó a buscar discretamente a su novio, parecía escuchar su voz, pero no lo veía entre el grupo de esgrimistas.

—Jungkook... —una sonrisa se extendió por su rostro al verlo avanzar hacia él. Sin embargo, a diferencia de lo que esperaba, Jungkook estaba haciendo un escándalo.

—¡Me hiciste esperar mucho debido al guardia! —se quejó indignado.

Sin darle tiempo para hablar, Jimin lo envolvió entre sus brazos y llenó su cabeza de besos.

—No pasa nada, logré entrar gracias a su ayuda. —dijo el rubio con orgullo. —Por cierto, tienen unos uniformes muy bonitos.

—¿Te gustan? Me dijeron que, si gano la competencia de hoy, tendré un uniforme personalizado. —murmuró Jungkook en el oído de Jimin, compartiendo una celebración en voz baja.

—Disculpen, pero todavía estoy aquí y no me has presentado a tu invitado. —se quejó Yoongi, algo confundido por la actitud de ambos.

—Oh, hyung... —Jungkook rascó su nuca, algo avergonzado. —Él es mi novio, Jimin.

—Mucho gusto de nuevo —saludó Jimin con diversión.

La expresión del capitán del equipo hizo reír a ambos. No esperaba que fueran pareja, pero se alegraba de que Jungkook tuviera un motivo para esforzarse el doble.

—Muy bien, los dejo solos. Iré a preparar al equipo —dijo Yoongi, poniéndose de pie. —Jeon, no olvides calentar.

—Entendido, hyung.

Seven Days 《Kookmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora