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sus rastas descansaban contra la parte posterior de tus suaves muslos mientras estabas junto al sofá en el que se sentó, sus dedos envolvieron tu pierna para mantenerte en tu lugar. La bebida en tu mano y la conversación con sus compañeros de banda fue lo único que realmente te impidió alejarte y tomar asiento.
dejaste escapar una pequeña risa ante el gusto de Gustav para mostrarles a todos cómo se veía Bill cuando estaba lloriqueando. esto hizo que Tom te mirara, con ojos de gato mirándote fijamente mientras su mejilla se presionaba más contra tu muslo.
Georg se rió y señaló la mirada infantil de Tom mirándote. "Mirándola así, probablemente sea la única chica a la que no miras". comentó, haciendo que los otros dos lo miraran y se rieran.
"Lo hago, ustedes no deben darse cuenta." Respondió Tom, empujando su cara contra tu muslo mientras golpeabas e intentabas apartarlo con una risita. Su perforación de metal se frotó contra la parte externa de tu muslo antes de que sintieras que sus labios comenzaban a picotearlo. te estremeciste ante los suaves besos, mientras te hacían cosquillas en la piel, apartando tu cuerpo antes de que pudiera protestar más.
una vez que el contacto desapareció, dejó escapar un gemido, dejando caer su cabeza en el respaldo del sofá con un resoplido.
"¡pizza!" uno de sus asistentes llamó desde el walkie talkie colocado sobre la mesa. Al escuchar esto, el resto de los chicos se levantaron y corrieron hacia la puerta, chocando los hombros mientras se reían.
cuando la puerta se cerró de golpe, miró hacia arriba y se acercó a ti con el movimiento de un niño pequeño. sonreíste suavemente y caminaste hacia sus brazos, encontrando un lugar cómodo en su regazo mientras él besaba tu cuello un par de veces. "¿Por qué siempre me tocas?" —preguntaste, girando la cabeza para mirarlo a los ojos.
