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El norte, el más grande y vasto de los siete reinos en Westeros, era un reino gobernado por Miles de años por los Stark, hasta la llegada de Aegon Targaryen y su conquista.
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Ese era el destino de su viaje, al que iba Damon y su familia, puesto que su padre el Rey Robert Baratheon deseaba nombrar a Eddard Stark señor supremo de Invernalia; como mano del rey un puesto altamente codiciado por todos los Lores de los siete Reinos, ya que era la segunda posición más poderosa en el reino.Pese a la insistencia de Damon de que su padre nombrará a su abuelo como Mano, pues aunque su abuelo haya servido como Mano para Aerys Targaryen por 20 años; sabía que él era alguien que sabía cómo era dirigir un reino jugando con todas las herramientas posibles a su alcance, pero aún con todas las razones que le diera a su padre, este hizo caso omiso y siguió con su cometido de ir al Norte en busca de su amigo.
Pero como todo viaje este tiene sus complicaciones, ahora entendía por que su abuelo Tywin prefería pasar su tiempo en Casterly Rock, que perder su tiempo en la corte de vuelta en la capital; puesto que desde que se encontró con la caravana real por el trayecto, su familia era descrita en una sola palabra.
Desilusión, eso era lo que Damon veía no solamente en sus padres, ambos siendo unos ebrios sin remedio que solamente les importaba lo que hacían más no su cargo como monarcas de los reinos, mientras que sus hermanos cada uno era un defecto diferente. Para empezar Joffrey siendo el mayor de sus tres hermanos menores era un mocoso malcriado que pensaba que podía obtener lo que quisiera, pero eso empeoraba con su actitud sádica, no solamente para con sus hermanos menores con los que disfrutaba atormentar, pero con los rumores que el espía de su abuelo el Gran Maestro Pycelle les informaba veía que no solamente eran rumores sino, la verdad.
Después estaba Myrcella y Tommen ambos eran completamente distintos a su hermano Joffrey, pero lo que ellos carecían no solamente era cariño paternal y fraternal, más bien lo que les faltaba era la cruda verdad, pues en su poca estadía durante esos días pudo observar como su madre les contaba el mundo con mentiras que encubrían la verdad, de como funcionaba y era el mundo realmente.
