5. Malas palabras

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Las horas transcurrieron en silencio Steve había guardado todas las piezas que encontro del reloj en su cuarto, había bajado a entrenar cuando apareció Romanoff, al parecer había terminado su misión antes y había regresado a la torre para descansar unos días.

-Rogers- dijo entrando al gimnasio
-Hola- decía mientras golpea al saco de Box
- A mi igual me  da mucho gusto verte, después de todo este tiempo, pero me pregunto ¿que tiene tan molesto al Capitán?- cruzandose de brazos
Suspira de forma pesada -Stark rompió mi reloj, lo tomo sin permiso y ahora esta hecho pedazos- dice frunciendo el seño deteniendose
- Eso explica por que está tan silencioso en la sala, ¿donde está?-
- Lo castigue y está en su habitación- decía limpiando el sudor de su cuello
- Quien lo diría, Tony Stark castigado- dice divertida
- Lo se- decía distante - Cada vez deseo más irme a una misión-
- Creí que te gustaba estar con Tony- algo sorprendida
- Me agrada pero ya no lo aguanto, es un niño muy listo, es amable pero yo no soy niñera, está fue la gota que derramó el vaso- decía fastidiado
-Confia en ti Steve-
- Si, si pero ahora podría estar haciendo algo útil en lugar de estar atrapado con él en la torre, está acostumbrado a eso yo no, cada vez es más difícil darle algo con que distraerse-
- Bueno es sólo un niño-
- Sabes no se como siempre encuentras excusas para justificarlo, cuando era adulto hacías lo mismo aún que se comportará como un idiota- algo molesto
- Escucha, Tony si es un idiota pero así  es él, sólo tienes que tratar de entenderlo para darte cuenta que detrás de esa pretensión, narcisismo y su ego hay más de lo que te imaginas- Romanoff apreciaba al filántropo y después de mudarse a la torre Stark se había encariñado con él lo suficiente como para defenderlo hasta con su vida por que sabía que Tony haría lo mismo
- No lo se, Pero estoy harto de estar soportando sus berrinches y sus preguntas-

Al terminar de decir eso una silueta apareció; el niño había escuchado todo y ahora lloraba mientras se acercaba a la espía y al soldado.
Le entregó una hoja y el reloj reparado para después salir de ahí sin decir nada.

Resignado el rubio, se sentó en una de las bancas que había ahí y volvio a revisar la nota escrita con crayon rojo  que decía "Lo siento" - Tony
Recordó los ojos del pequeño la primera vez que lo vio con el uniforme de Capitán América, se habían iluminado y parecían tener tanta ilusión por verlo tan cerca que incluso lo abrazo, pensó en su actitud indiferente ante la muestra emocional que tuvo Tony, para luego pensar en lo que había pasado hace un momento, la tristeza reflejada en su rostro y la falta de ganas de abrazarlo lo hacían sentir... ¿vacío? ¿acaso era eso lo que sentía?

Llegó a recordar que el hombre que conocía jamás hizo algo parecido como eso en ninguna ocasión y se refería a mostrar alguna emoción, jamás había analizado tanto el comportamientos de su compañero de pelea, las veces que había convivido con él había sido en alguna batalla, cuando trataba de sacarlo del taller, aveces en la hora del desayuno e incluso una ocasión en donde terminaron bebiendo tanto que al subir a sus habitaciones tropezaron y el menor terminó encima de él casi rozando sus labios, el simple recuerdo de ese día lo hacia sonrojar con tanta facilidad.

Tomo el reloj de nuevo entre sus manos y veía como funcionaba a la perfección, como si nada hubiese pasado, sin duda Stark era un genio desde pequeño...

Steve camino aún pensativo y subió a la sala, en efecto como había mencionado Romanoff todo estaba en silencio y sólo... ¿eso era lo que extrañaba? ¿enserio?
Jamás había visto todo tan vacío y con un ambiente triste, cada que subía, Tony corría directo a él y lo recibía con un abrazo, preguntaba hacerca de como le había ido, le contaba de lo que había estado haciendo pero ahora no hubo nada de eso, la torre incluso se sentía fría.

Subió a la habitación del menor para explicarle que lo que escuchó no fue algo que dijera enserio pero se detuvo en la puerta al escuchar una conversación que sostenían Nathasha con el pequeño Tony.

- El no lo dijo enserio, te lo prometo- decía la pelirroja
- Es igual que todos los otros..  ya no quiero a nadie más, quiero a mamá- con la voz ligeramente quebrada
-Ella está ocupada pero mando a decir que te ama- su tono era bajo y amoroso
- Siempre está ocupada igual que papá, ¿y si me quiere no debería de estar aquí?-

La espía no supo que decir en ese momento y el niño continuo hablando

- Aun que no los culpo por no querer estar aquí, Howard ya me lo ha dicho y se que soy una molestia, ¿como pude creer que alguien me querría?- su tono de voz terminó por quebrarse
- Yo te quiero y Steve lo hace también- limpiando la lagrima de Tony
-¡Les pagan por soportarme, al igual que a la niñera, a los cocineros, las personas que arreglan el jardín, incluso a Jarvis y ahora nisiquiera está aquí, me dejó y Steve lo hará igual, tu te irás y yo estaré sólo!- llorando - Ya lo escuchaste... -

A Steve se le quebró el corazón de escuchar hablar así a Tony, pero que tonto, sólo buscaba compañía y afecto pero el gran Capitán no lo habia notado, se reprocho la falta de atencion al pequeño.

Tan metido estaba en sus pensamientos que apenas si noto cuando el castaño paso corriendo a su lado y Romanoff detras de él, al salir de su trance corrio detras de ellos preguntando que pasaba y ella solo le dijo gritando "¡No lo dejes salir de la torre!", se activo el protocolo 314, donde todas las puertas de la torre se cerraban, nadie entraba y nadie salia.

Cuidando a Tony Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora