3. Atenciones

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Cuando Bruce regreso a la torre, Steve jugaba con el pequeño Tony, le hacia cosquillas mientras este le pedía que se detuviera mientras se carcajeaba.

-Por lo visto no fue tan difícil- comentó Barners
- No es tan sencillo como parece - dice Steve
-Al parecer confía en ti- mirando al niño abrazado de la pierna de Rogers
-Supongo- enconjiendose de hombros
-Hola soy Tony, ¿quien eres?- dijo tímido
- Me llamo Bruce, es un gusto- estiró su mano

Tony se escondió aún más, apretando el pantalón con sus manitas, Bruce se rió enternecido nunca pensó ver a su hermano de laboratorio en su forma infantil y mucho menos pensó que fuese tan tierno.

Bruce sabía que a Tony le gustaba el Capitán América cuando era pequeño por que él se lo había confesado, incluso mantenía oculto su muñeco favorito en su habitación dentro de cajas que se encontraban en el armario, también le había contado que la primera vez que lo conoció estaba tan emocionado que no era capaz de mirarlo a los ojos.

Mientras tomaba su café veía como su amigo miraba a Rogers, de la forma más inocente del mundo y con tanta admiración que no cabía en su pequeño ser, estaba abrazando de el rubio como si su vida dependiera diera de ello mientras Steve tenía una cara de incomodidad que le hacia gracia al científico.
Como el gran Capitán era su héroe favorito no lo quería dejar y si este se levantaba y caminaba a la cocina el pequeño niño también lo hacia. Bruce en algún momento los llegó a imaginar como una mamá pata y su patito tras de ella.

Le pareció muy gracioso que Tony tratará de hacer que Steve hablará con él, preguntando todo lo que podía y hablando de cosas que el recordaba miéntras que el otro sólo quería terminar de leer su informe sin éxito, hasta que el más joven entendió que Steve no quería hablar con él y terminó dejándolo sólo en la sala mientras caminaba hacia Bruce preguntándole si quería ver su dibujo a lo que el hombre respondió que estaría encantado.

En el dibujo estaba Rogers con su traje y su escudo y alrededor de él muchas estrellitas, el castañito hablaba de lo maravilloso que era y que su padre solía contarle historias de sus aventuras, presumía haber visto todas la películas y tener una gran colección.
Bruce llegó a pensar que desde que Tony es niño ya le encantaba ser el centro de atención, exigiéndole al científico mirarlo mientras hablaba agitando la hoja de papel que traía en su mano. Luego de horas de hablar con Bruce, Tony regreso corriendo con Steve y le pregunto si ya estaba desocupado cuando este terminó de meter los papeles a un sobre amarillo.

Podía notar más cosas del Tony adulto en el pequeño, como el gesto de rodar los ojos cuando algo no le parece o el querer que se hagan las cosas cuando las quiere, al igual su curiosidad por las cosas preguntando como funcionaban objetos que ni Steve sabía usar.

Sin duda muchas cosas que caracterizaban a su amigo las tenía desde que era muy joven y eso sólo incremento con el paso del tiempo, si de algo no tenía dudas era de que ese niño es Anthony Stark.

Bruce se quedó un par de días más hasta que volvieron a llamarlo, aún no sabía por que su amigo había vuelto a ser un infante pero le parecia ineresante su forma de ser a esa edad, claro que era mimado, curioso, le encatan las donas pero tambien era respetuoso, tímido y sobre todo muy listo.

Steve estaba aprendiendo a ser paciente con el niño, después de todo de alguna forma solo lo conocía a él y se sentia seguro a su lado, no podia culparlo por su comportaminto.

Cuidando a Tony Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora