EL PERFUME DEL REY (Hyunlix) Libro #1

Capitulo 19 🧚🏻‍♂️

Eres mi rayito de sol 
En medio  de mi frío...✨️

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—¿Quieres volar?— Preguntó Felix  cuando salieron de agua ambos  totalmente empapados de pies  a  cabeza pero sin duda alguna, más felices que nunca.

—¿Puedo?— Preguntó Hyunjin sacudiendo su cabello como cachorro para quitar el exceso de agua.

—Claro que sí, solo tengo que lanzarte un hechizo y podrás volar— Respondió Felix con simpleza.

—¿Un hechizo?, Ahora que lo mencionas mi madre hizo un collar de bayas para que las hadas no nos hechizarian a mi hermano y a mí, según ella eso nos protegería de la magia— El hada frunció el ceño confundido.

—Eso es estúpido, unas simples bayas no pueden protegerte, a no ser que también estén hechizadas, pero vamos a ver si funcionan, ¿las llevas contigo en este momento cierto?.

—Si, siempre las llevo conmigo— Hyunjin desabotono los primeros tres botones de su camisa holgada, Claramente no era necesario quitar los botones pero no había nadie que se lo impidiera, le mostró  el collar a Felix y claramente no fué en lo único que Felix se fijo, porque su mirada estuvo unos segundo en su fornido pecho, parpadeo varías veces para intentar concentrarse y lanzar el hechizo.

—Ojos de rana y patas de iguana, que al rey  le aparezcan un par de alas—  Era claro que no eran necesarias esas palabras pero Hyunjin estaba demasiado serio y Felix quería hacerlo reír y funcionó, Hyunjin no pudo evitar reír al escuchar la conjugación de aquellas palabras que ni siquiera rimaban  pero se sorprendió cuando  unas bellas alas similares a las de una mariposa monarca aparecieron en su espalda.

—Al parecer el collar perdió su poder— Sonrió Felix,  sintiéndose orgullo porque su hechizo funcionara, convirtiendo al rey en una bella hada mariposa por un limitado tiempo.

—¿Como se usan?— Preguntó el rey emocionado como un niño al que recién le compran un juguete,  intento elevarse pero sus pies no se despegaban del suelo, Felix sacó un pequeño frasco de la pequeña bolsa que siempre llevaba consigo.

—¿Que es eso?—

—Es un polvillo que Minho  invento para que pudiera traer el cesto de flores volando sin ninguna complicación, tus alas solo te ayudarán a mantener el equilibrio en el aire, porque no eres una hada real, por lo tanto sin este polvillo no podrás volar— Hyunjin hizo un puchero super tierno y Felix aprovecho a dejar un pequeño beso en sus labios abultados, ya había agarrado confianza pues sentía que lo ha amado toda la vida.

Lix dejo caer un pizca de aquel brillante polvo y Hyunjin pudo sentir como sus pies se despegaban de la escurridiza arena, al principio le costó mucho mantener el equilibro, pero después de vários minutos lo logró.

Felix también le dió una poción para que cambiará de tamaño y así llevarlo a conocer su casa, pues la noche anterior había dormido en el hogar de Eins debido a su estatura, aunque en casa del ogro Hyunjin se sintió un minúsculo humano porque todo era demaciado grande.

Sentados sobre un girasol, ambos observaban el atardecer, el sol se estaba ocultando y la nubes estaban teñidas de un naranja intenso con un leve toque de rosado.

—Es hermoso— Musitó Felix —Hace mucho que no disfrutaba de un atardecer— Recostó su cabeza en el hombro de Hyunjin.

—Tú eres hermoso— Susurró Hyunjin, acercándose para dejar un beso en la  cabeza de Felix, el hada suspiro sintiéndose tan ligero pues las preocupaciones habían desaparecido, Hyunjin le había traído calma aúnque en el fondo sabían que pronto subiría la marea, que las aguas no están tan quietas por mucho tiempo, lo que significaba que cuando Hyunjin volviera al reino, debía enfrentar a su madre para ponerle fin a la cacería de hadas y si su madre estaba de acuerdo, se ocuparía de los asuntos del reino y luego se casaría con su pequeño, pero si su madre se oponía no le dejaría otra opción más que revelarse contra ella.

La reina estaba furiosa, sus dos hijos se estaban revelando contra ella y no lo iba a permitir, tomó la llave que siempre llevaba en su cuello y camino por los pasillos hasta el sótano del palacio, aquel lugar oscuro y frío, movió un candelabro y la pared se movió mostrando una puerta de hierro puro, introdujo la llave en la cerradura, la giro y la puerta se abrió de par en par.

—¿Se siente cómodo en su habitación su majestad?— Preguntó con sarcasmo soltando una malvada risa —¿Que sientes al saber que ahí afuera tu raza está siendo cazada?, ¿que las bellas hadas se están extinguiendo y tú no puedes hacer nada?—

—Veo que tus planes siguen fallando Aresha, de lo contrario no estarías
aquí— hablo el hada que se encontraba cautiva en aquella habitación la cual  estaba diseñada especialmente para que no escapara.