Aquellas hojas rosas || sproier AU

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Spreen se encontraba sentado en una mesa que se encontraba fuera de su salón en un balcón, Este estaba solo como de costumbre, estaba terminando una tarea que olvidó hacer el día anterior.
Lo que no contaba el pelinegro es que estaba siendo observado por un castaño y su grupo de amigos desde otra mesa un poco alejada de la del pelinegro, observandolo atentamente de forma "disimulada".

-Roier mien, a que horas te vas a animar a hablarle cabrón, llevamos ya 10 minutos así - comentó su amigo Mariana con un tono molesto.

-ush que no ves que me da penita, no es tan fácil irle a hablar- respondió, obviamente esta nervioso su corazón estaba que se salía de su pecho y pensaba si era buena idea o no hablarle.

-Correle, apurate que ya se va a acabar el recreo y después nos toca con la de ciencias y esa señora nos va a cerrar la puerta en la cara como la última vez- Menciona su amigo Aldo el cuál igual que Mariana estaba harto de ver que el castaño no se animaba.

-Si wey, nos va a salir con su típico "mushashos"- imitó el más alto con un pésimo tono colombiano.

-Ush ya callense, ok, lo voy a hacer ya ahí voy deseenme suerte- para cuando sus amigos le empezaron a animar el ya iba a la mitad del camino hacia la mesa del pelinegro.
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El pelinegro no se había percatado de la presencia del castaño, este estaba muy metido intentando resolver una pregunta del libro de sociales. No fue hasta que él castaño hizo un ruido donde se asusto y dirigio su mirada hacia arriba encontrandose con unos ojos almendra viendolo directos a él.

-Perdón por asustarte, hola, mi nombre es Roier, me puedo sentar?- habló el castaño, el pelinegro asintió quedando todavía en shock por el repentino acercamiento que tuvo con su crush que hizo que se pellizcara para saber si no era un sueño.

El castaño se sentó, no sabía por donde empezar hasta que el otro tomo la iniciativa de empezar la conversación.

-Mi nombre es Spreen, umm que tal?, de que grado eres?- preguntó el pelinegro haciendose el tonto como si no supiera ya hasta donde vive el castaño.

-Ah, bien bien acá, soy de noveno, vos sos de primer año no?, es que te he visto en ese grdo y te me hacias agradable jeje- mentiria si dijera que no se sentia nervioso en ese momento, sentía que se le salía el corazón de la emoción y los nervios pero se contuvo de vomitarle encima al pelinegro para no dar una mala impresión de primera.

Y así continuaron hablando lo que restaba del recreo hasta que tocaron y tuvieron que volver a sus respectivos grados no sin antes intercambiar ig para poder seguir hablando por ahí.
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Perdón, no se si voy a querer seguir con esta historia pero me esforzaré en seguirla porque quiero empezar otra jejejeje pero bueno gracias por leer a los poquitos que lo leen se les quiere 🤍.