Capítulo 18: La sangre del karma

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El Alzheimer de Dani sigue progresando a cada momento que transcurre. Él sabe que su final está cerca y pese a la confusión que lo aturde todos los días al atestiguar un nuevo amanecer y desconocer por instantes su propia casa, está decidido a caer derrotado de cara al sol y luchar el tiempo que le queda por no olvidar quién es Daniel Bernal Perea. Aprovechando su lucidez y listo para preparar su desayuno favorito, baja a la cocina, sin embargo, antes de entrar observa una extraña escena a través del cristal de la puerta de madera que separa el comedor de la sala de estar. Edgar está agregando unas gotas, almacenadas en un pequeño frasco de vidrio, en la malteada de chocolate que todos los días le lleva el personal de servicio a su habitación. Dani no logra identificar sí el recipiente guarda alguno de sus medicamentos, pero una sensación de extrañeza recorre todo su cuerpo. Presiente un halo de maldad cerca de él, decidido a arrebatarle su propia existencia. ¿Será Edgar capaz de dañar a su hijo? ¿Los presentimientos de Dani serán reales?

Después de escuchar las turbias confesiones de Rosa, Ángel ha decidido contarle todo a Héctor con el objetivo de conseguir, por fin, avances significativos en la estancada investigación sobre Karen. Lo que parecía ser un callejón sin salida, comienza a iluminarse con el fulgor de una verdad inminente que amenaza con derrocar un mortal legado de sangre y dolor. En una de las cafeterías más concurridas del centro de la ciudad, él le platica al detective todo lo que Rosa declaró. Héctor, atónito por las monstruosas revelaciones, sabe que ahora está un paso más cerca de descubrir el enigma.

Héctor: Me parece insólito lo que me estás contando. En resumen, Karen fue cómplice de un asesino en serie y Rosa encubrió todo eso durante meses. Sólo pensarlo es espeluznante. Ambas tienen que pagar por lo que hicieron.

Ángel: Fue lo mismo que le dije a Rosa. Créeme que escuchar todo lo que me contó fue horrible. Salí asqueado de su casa. Nunca me había afectado tanto oír un testimonio así.

Héctor: Ay amigo. En este entorno de investigador privado ves de todo y debes aprender a ser muy fuerte mentalmente o sí no, los casos te rebasan.

Ángel: Y vaya que es complicado tener esa fuerza mental. Pero bueno, te vas curtiendo poco a poco. Por cierto, te entrego el diario de Karen. Tú eres experto en los temas de investigación, tal vez encuentres algo más que pueda esclarecer el panorama. La señora Rosa me mencionó que ahí están escritas unas coordenadas que sospecha, son la localización de la guarida de ese enfermo al que apodan Arlequín.

Héctor: Las coordenadas pueden ser una trampa, ya de Karen y Rosa podemos esperar lo que sea, pero las revisaré y te aviso qué onda.

En medio de una ola de estrés al ver derrumbarse frenéticamente el renombre de su familia en todo el país, Rocío toma la decisión de dar un comunicado de prensa para aclarar la situación en la que se encuentran inmersos, buscando acabar con las descalificaciones que abundan en los medios físicos y digitales desde que saliera a la luz la participación de su hermano Javier en el secuestro de Rita muchos años atrás. También nerviosa por las palabras de David en el hospital y viendo cada vez más cerca la caída de su imperio, ella conduce a través de las carreteras cubiertas de niebla del Ajusco mientras atiende una inoportuna llamada de Javier.

Rocío: ¿Qué quieres, Javier? La línea de mi celular puede estar intervenida, no es buena idea que me llames.

Javier: Sólo quería preguntarte cómo me vas a ayudar. La policía me está buscando, mis cuentas están bloqueadas y me urge irme del país.

Rocío: ¿Ayudarte? ¿En serio? Si fuiste tú quién se metió en problemas solo y lo peor es que me arrastraste contigo. Ahora tengo que dar muchas explicaciones. La prensa está acabando con la reputación de la familia.

Javier: Tú siempre viviendo del qué dirán ¿Verdad hermana? Pero sí todos estamos metidos en esto fue porque tú y Edgar comenzaron con la idea de poner a prueba sus malditos medicamentos. Yo me presté para eso y no sabes cuánto me arrepiento.

Rocío: Te prestaste porque sabías que ibas a ganar muchísimo dinero Javier. Nadie te obligó a nada. Eres responsable de tus propias decisiones. Pero te involucraste con quién no debías y por eso hoy estás en la situación que estás. Después de que Rita funcionó para su fin principal debiste deshacerte de ella. Esa fue tu ruina.

Javier: Rita está muerta, respeta su memoria y sólo dime de una vez sí me vas a ayudar o no. Porque recuerda que yo puedo hundirte hermana. A ti y a Edgar con las manos en la cintura. No pienso caer solo. Ustedes caerán conmigo.

Rocío: Déjame pensar qué hacer ¿Sí? Ahorita tengo que calmar todo el torbellino que desataste.

Inesperadamente, en medio de la carretera, una siniestra figura humanoide vestida de arlequín aparece para provocar que Rocío frene de golpe su automóvil. Paralizada por el miedo de presenciar al perverso ser frente a ella, sólo puede visualizar como se acerca a su ventanilla revelando tener en su mano derecha una pequeña pistola. Incapaz de arrancar su vehículo por estar presa de un horror indescriptible, empieza a ser asediada por una bruma de muerte y sangre. A merced de una densa niebla impregnada del fatídico destino que espera impaciente por ella, Rocío se convierte en una víctima más del Arlequín. Con tres balazos certeros, el desquiciado sujeto termina con su vida sin ninguna compasión ni remordimiento. Teniendo como principales cómplices la gélida neblina y el sepulcral silencio del bosque, el Arlequín ha agregado una muerte más a su colección del terror.
Nadie escapa del karma y Rocío ha experimentado eso en carne propia...

Tras enterarse de las espantosas noticias que circulan sobre su familia y después de visitar a David en el hospital acompañado de Ángel, Dani ahora también ha descubierto el secreto sobre la partida de su hermano a Estados Unidos y todo lo que le ocultó Karen durante meses. Aturdido por los funestos enigmas que ignoró por mucho tiempo, Dani no logra asimilarlos con facilidad.

Dani: Es que de verdad no puedo creer lo que me están contando. Es muy difícil para mí aceptarlo.

David: Yo te entiendo, Dani. Si decidimos contártelo hasta ahora es porque sabemos lo duro que es enfrentar la enfermedad que te aqueja pero al descubrirse la barbaridad que cometió nuestro tío hace años, supimos que era el momento de platicarte todo.

Dani: Es demasiado lo que tengo que procesar. Que mis padres puedan ser capaces de dañar a su propio hijo, que Karen haya sido cómplice de un asesino y su madre la haya encubierto en todo, el avance de mi enfermedad. Te juro que este es el momento más oscuro de mi vida.

Ángel: Es que justamente David y yo tenemos dudas de tu diagnóstico.

Dani: ¿Por qué?

David: Cuando tú te fuiste a ese campamento hace años, fue el momento en el que iniciaron mis síntomas. Y algunos de ellos eran periodos de amnesia, confusión, agresividad cada vez más prolongados. Por eso, no dudaría que mis padres te estén haciendo lo mismo que me hicieron hace años y realmente no tengas Alzheimer.

Dani: Es una infamia pensar que unos padres puedan intentar arruinarle la vida a sus hijos en tiempos diferentes. No puedo entender todo esto.

Ángel: Por eso necesitamos una segunda opinión médica para ti, Dani.

Dani: Ahora que recuerdo, hoy ví a mi papá echarle unas gotas a mi malteada. Pero fue de un medicamento que no identifico....

¿Acaso Dani está siendo una víctima más de sus padres, tal como lo fue David años atrás? ¿Será que el diagnóstico de Alzheimer proporcionado por su tío Javier es erróneo y esté siendo el conejillo de indias de Edgar y Rocío? La aparición de la verdad va resplandeciendo con mayor fuerza cada vez que una parte del caótico enigma comienza a resolverse...

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