Alejate de mi

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En la hora del almuerzo, estaba con Emma y con algunos más de sus amigos, me levanté para ir por algunas cosas a la tienda, y me encontré con Robert solo. Se acercó a mi.

—Tus cambios de humor me dan dolor de cabeza.— le digo.— Te estoy investigando, y solo estoy llegando a conclusiones extrañas sobre el accidente.

—Tienes que alejarte de mi, no soy nada bueno para ti. No soy el héroe, soy el villano de tu historia.

—No creo que seas ningún villano, actúas así para no mostrar vulnerabilidad, es como una máscara. Solo que lo que me ha contado Emma de ti, me hace dudar y tal vez no solo seas el villano.

—¿Que te ha contado?

— Te lo dire cuando tú me digas como detuviste la camioneta.

Suspira, me toma del brazo fuertemente y me aprieta, se acerca a mi oído y solo susurra— Tu sabrás como soy en realidad y me pedirás que me aleje de ti.

—Entonces quiero que seas como eres en realidad.— me suelta el brazo y sale. Me revisó el brazo dejo un moretón de la fuerza. Solo me bajo las mangas del suéter para que Emma no diga nada, o mi padre.

Cuando llego a la mesa, no estaba Emma, pero igual me siento, uno de sus amigos me toca el hombro y me dice. — ¿Puedo decirte algo?— asiento con la cabeza— Emma nos ha dicho muchas cosas sobre Robert Smith, cosas que no son tan ciertas del todo.

Me deja pensando por unos segundos, hasta que llego Emma.

—¿De que hablan?— pregunta al sentarse.

— Solo le preguntaba algunas cosas a James.

Robert y sus amigos llegaron y se sentaron en la mesa frente a nosotros. Sabía que no era lo correcto, pero ahora Robert de verdad era adictivo de ver, no podía dejar de verlo, y el tampoco a mi, me lanzaba miradas profundas y serias.

Al salir de todas las clases, ya no vi en el día a Robert, tuvimos varias clases juntos y no llego, pero al salir estaba como siempre, sentado en el asiento de su motocicleta, traté de ignorarlo, pero el me detuvo

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Al salir de todas las clases, ya no vi en el día a Robert, tuvimos varias clases juntos y no llego, pero al salir estaba como siempre, sentado en el asiento de su motocicleta, traté de ignorarlo, pero el me detuvo. — ¡James! Quiero que te alejes de mi, es una advertencia.

Suspire— No hasta que me digas como detuviste la camioneta.

— No te lo dire.

—Entonces no te dejaré en paz, hasta que me lo cuentes.— solo me di la vuelta y seguí caminando.

El me siguió— ¿Quieres que te lleve?— pregunto.

— ¿Quieres que me aleje de ti y me pides llevarme a mi casa? No creo que así funcione eso.

— Tampoco quiero ser grosero, quiero ser tu amigo... lejano.

— Ya eres lo suficientemente grosero. Además tu eres el que no puede dejar de hablarme y mirarme, dime ¿Soy como
Una droga para ti?— Él no dice nada, y solo acelera y se va.

Me senté en mi escritorio, lleno de polvo y con la mayoría de mis cosas en cajas, que me daba flojera sacar. Una llamada de mi padre.

— James... hazme el favor de sacar todas las cosas de la cocina ya que aún están en las cajas.

Doy un suspiro— Esta bien... ¿a que hora llegas?

— Antes  de las 8 p.m estoy allá.

Colgué, y comencé a sacar todas las cosas de las cajas, lo primero que noté fue una foto enmarcada con mi ex, era  amable, lindo y que jamás me había tocado un pelo, pero Robert me hacía querer tener una aventura retorcida. Su voz gruesa, su mandíbula marcada y su mirada fría me hacían querer besarle todo su cuerpo, y también me hacían querer ser golpeado por el.

Baje a la cocina, donde comencé a sacar todas las cosas. Era un desastre, los trastes que usamos ayer para la cena seguían en la mesa.
De pronto una visión de mi mente se hizo presente, era Robert y yo, Justo aquí en la mesa, el me tenía con ganas de más, rasgando la parte de abajo de la mesa.

Saco los cuchillos y por accidente me corto el dedo pulgar, me sale sangre, no mucha, pero si la suficiente.

En eso me llega un mensaje a mi celular, era un numero desconocido, no tiene foto ni nada.

Por favor, cúbrete esa herida.

Me comienzo a asustar, pensando que me está vigilado, pero reviso y todas las ventanas que hay están cerradas y tapadas con cortinas. 

¿Quien eres?

Robert Smith.

¿Como supiste que me corte? ¿Me estás vigilando?

Tal vez.

Salí para ver si estaba afuera, pero no, no había nadie, y no estaba su motocicleta.

Entonces ven y entra a la casa.

No.

¿Por que no?

Te puedo hacer daño.

No me importa ven.

Cúbrete esa sangre y entró.

Tomé una curita del cajón, y me la coloqué en el dedo.

Ya.

No toco la puerta, solo de la nada estaba detrás de mi.

—¿Porque me estás vigilando?

—Pasaba por aquí y quería ver si estabas en casa.

—Jamás te dije en donde era mi casa.

—Sé muy bien donde vive el oficial Jhoe.

—Es muy tétrico que estes espiándome... y que me pidieras cubrirme la sangre.

—Tal vez, pero me tengo que ir.

—¿Que?— voltee y Robert ya no estaba, se esfumó como el aire. Por lo menos ya tenía su numero de celular.

Al día siguiente, tenía la clase de Física con Robert, pero no llego a ninguna de las clases. Intente enviar un mensaje, pero no pude.

Paso toda una semana, en la que no fue a clases y tampoco verlo.

Vampire HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora