Angel caído

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Entro a la habitación, dónde descansaba Yuuji.

Lo miro, tan tranquilo y pacífico, que por alguna razón no quería que dejara de estar así, se veía notoriamente más calmado, aunque cuando estaba en la iglesia siempre sonreía, su sonrisa era opacada por esas ojeras.

Se sentó en la cama, admirando su peculiar belleza y se volvió a preguntar ¿Por qué queria que permaneciera a su lado? Y no es como si ese deseo haya disminuido, al contrario solo aumento.

Acaricio su suave mejilla y recordó.

Los humano lo habían mirado extrañados de su presencia.

—¿Quien mierda eres tu?—.

Suspiro intentando contener sus ganas de hacer que se tragara su propia lengua. Tenía que ser paciente, si los mataba quizás nunca lograría hacer caer a Yuuji.

—Eso no es de importancia. En cambio lo que si es de importancia es, el ángel del que hablan.—.

Al mencionar el ángel, los hombres frente a él reaccionaron, la sorpresa inundó sus ojos.

—¿Quien...—.

—No importa, yo se cómo pueden deshacerse de el, eso quieren ¿No?—.
Tuvo que interrumpir al humano, pero es que si lo escuchaba hablar un poco más no soportaría las ganas de matarlo.

Despues de escuchar tal propuesta, los ojos de los hombres brillaron.

—Veran, las alas de angel, son realmente costosas y útiles, pero muy difíciles de quitar, sobre todo porque son la cosa más valiosa para un ángel, pero...—Dejo la palabra suspendida y saco una cuerda, el mismo había puesto una maldición sobre esta—Esta cuerda está maldita, amarrando su cuerpo bastara. —Y se las aventó.

Se volteo, no quería seguir viendo a seres tan asquerosos.

—Y para arrancarle las alas, solo usen sus manos—.

Se fue.

Muy feliz. Estaba realmente feliz cuando después de unas dos horas regreso a la iglesia, los humanos se habían tardado en arrancarle las alas a Yuuji, quizás por qué era un ángel puro, pero lo importante es que lo lograron.

Obviamente en cuanto los vio los asesino, y justo después de eso fue por su ángel.

Al llegar todo era un río de sangre, el ángel estaba tirado en el suelo con el rosa de su cabello cubierto de rojo, sus manos y pies amarrados con una soga maldita que el había creado, y su espalda con huecos gigantes, y algunas plumas pequeñas bañadas de sangre al rededor de estos. Su cuerpo o almenos las partes visibles estaban con moretones y en su rostro sus ojos se veían inchados y con lágrimas secas.

Una vista realmente hermosa, tanto que no pudo esconder el sonrojo de su cara, era justo lo que quería una pequeña probadita de cómo sería ver a Yuuji sufrir, y aunque el no lo vio por qué el angel ya conocía su presencia y si se mantenia cerca lo descubriria, ver el resultado de su sufrimiento era magnífico, mucho más de lo esperaba, solo estaba viendo el resultado pero le hubiera encantado ver cómo creaban tal obra maestra, como serían sus gritos, sus expresiones, de que forma salían sus alas....

Todo esto lo empezó a molestar, el sufrimiento de Yuuji no fue creado por el, o al menos el no es quien le quitó las alas, y eso lo enfureció, por qué eso solo significa que alguien más tocó a él ángel, que alguien se deleitó con sus gritos, que alguien disfruto de sus expresiones, alguien tuvo la sensación de sacar con sus propias manos las alas del angel, y la sola idea de alguien más causándole sufrimiento lo enfureció, no sólamente por qué alguien hizo llorar a Yuuji, si no más bien por qué ese ser no fue el.

El solo pensarlo hacía que su sangre hirviera, quera volver a matarlos, hacerlos sufrir, tenía celos de la idea de ellos tocando lo que es suyo.

Se acercó al cuerpo del ángel, para apreciarlo más, y en ese momento el enojo se convirtió en tristeza, Yuuji se veía no sólamente hermoso, si no que débil, muy débil, parecía que si un pétalo de la flor más pequeña del mundo llegará a tocarlo el simplemente se desintegraría.
Y la idea de su muerte ya no le agrado, verlo sufrir estaba bien, pero verlo morir era inaceptable, no tenía su permiso, no Yuuji tenía que vivir durante toda la eternidad a su lado.

Tomo en sus brazos al ángel, intentando sentir su calidez, aunque lo único que hacía era quemarlo, en lugar de sentir el cuerpo del ángel, solo sentia la piel de este siendo destruida. Por qué el aún era un ser puro, el jamás cometió ningún pecado, por eso su piel ardía ante su tacto, y aún siendo consiente de esto no lo soltó, nunca lo haría quedaría aferrado a su cuerpo toda su vida.

Estaba desesperandose, por más que curara al ángel este no despertaba. El enojo volvió a instalarse en el, odiaba a los humanos, lo despreciaban, quería hacer sufrir a todos, pero al que más quería matar era a él mismo.
Por su culpa Yuuji no despertaba ¿Y si nunca lo hacía?

No quería pensar en eso pero era inevitable, así que empezó a llamarlo.

—¡Angel!...¡Itadori!¡Yuuji!—.

Parece que sus gritos funcionaron, por qué el ángel poco a poco empezó a abrir sus ojos.

Así que rápidamente aumento el flujo de energía positiva en sus alas, tenía que curarlo por completo.

—¡¿Estás bien?!—.

El sábia que era la pregunta más estúpida en ese momento, obviamente el ángel no estaba bien con solo verlo cualquier ser en el universo se daria cuenta, pero aún así el quería que el humano le dijera que si que todo estaba bien, que pronto se mejoraría, que fueran juntos al infierno... Pero el angel no dijo nada de eso.

—Yo...—Parece que solo el hecho de hablar le dolía, quería callarlo, que guardara reposo y descansará, pero tenía que dejarlo hablar, su instinto se lo suplicaba
—Amaba a los humanos, por su bien... Rezaba, soportaba la soledad, dejaba que mi cuerpo doliera; así que ¿Por qué? No lo entiendo—

El ardía en furia, se odio por su culpa su ángel sufría. Pero por otro lado, gracias a este sufrimiento se quedaría a su lado, gracias a su hermoso dolor nunca se separarían y eso, eso lo hacía muy feliz.

Sonriendo dijo:— Me llamo, Sukuna Ryomen —. Lo tenía decidido, ese angel sería su pareja.

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Buenas noches.

Han pasado 84 años (literalmente).

Lamento haber tardado tanto en actualizar, pero tengo excusas, la primera: la chamba me consume, y la segunda: me volví adicta a las manhwas (ni idea de cómo se escribe) pero mal, no he dejado de leer y he leído de todo, gais, lesbis, hetero, de acción, fantasía, etc.
Entonces como soy adicta, pues mis tiempos libres los usaba para leer en lugar de escribir, y solo escribía en algunas madrugadas (ejemplo: ahora mismo). Pero nunca deje de escribir, tengo apenas un capítulo y medio de cada historia (lo sé muy poquito para el tiempo en el que me desaparecí) pero juro que hoy es el día en el que me voy a dormir tan temprano, y yo tengo que levantarme a las cinco, así que mucho tiempo no tengo.

Igual pido perdón, no me gusta iniciar algo y no terminarlo, eso ténganlo en cuenta, aun asi tarde años (espero no pase) actualízare.

Wueno, no se que más comentar, solo que la historia ya casi acaba, sepa en cuantos capítulos, solo se que no más de cuatro (y se me hace mucho).

Bay 🤙