CAPÍTULO 7 - Escape de la Guardia (el cautiverio de Fangmon parte III)

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Al salir del edificio la luz me deslumbró.

Poco a poco mis ojos se fueron acostumbrando a la luminosidad del ambiente y a cada parpadeo mi alrededor se volvía más nítido.

El arrullo del agua me hizo voltear instintivamente la cabeza a la derecha. La sensación de estar otra vez al aire libre era refrescante... Me tome un momento para respirar aire fresco, algunas de las gotas del agua que salían disparadas por el canalón de la presa rozaban mi cuerpo gracias a el viento, que las arrastraba hacia nuestra posición.

El sol se estaba poniendo en la distancia, los tonos naranjas y rojos se reflejaban en la parte alta de la presa, donde el agua se almacenaba.

-  "Esto es la parte superior de la presa... ¡Es enorme!"

Era de hormigón blanco, había bidones industriales y algunas cajas repartidas por el suelo, como si las hubiesen dejado en cualquier parte. El paso del tiempo había dejado huella en el sitio. Ha diferencia de en el interior aqui el óxido del agua había consumido parte de las barandillas de metal, y la vegetación se había abierto paso, creciendo pequeños hierbajos y alguna que otra alfombra de musgo en los lugares más humedos donde no daba el sol.

- "¿Pero de donde narices ha salido esta presa?"

Fui corriendo hasta Bearmon.

-  Dejate de rollos humano, aún estamos en peligro.

Como era de esperar había Gazimons guardando la salida. Eran unos cinco, y se acercaban poco a poco hacia nosotros desde diferentes flancos. Nosotros estabamos a unos diez metros de la puerta de la presa.

-  No tan rápido humano... Atrapadlo chicos con Bearmon lo tenemos rodeado.

Los Gazimons avanzaban amenzantes golpeando las barandillas con sus zarpas, pateando las cosas que se interponían en su camino. El que había hablado saltó por encima de unas cajas que teniamos enfrente y quedó a pocos metros de nosotros.

Bearmon avanzó hasta mí con paso firme... pero en lugar de obedecer a Gazimon se puso delante de mí con los puños en alto.

- Quitaos de en medio... ¡Inútiles!

Los Gazimon se quedaron de piedra unos segundos para después comenzar a reirse de el pequeño oso en su cara. No podían creer que el pusilanime de Bearmon les faltase al respeto.

-  Bearmon, hazte a un lado... No nos obligues a reventarte la cara otra vez.

El Gazimon ignorando la orden comenzó a rodear a Bearmon. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de un puñetazo lo mandó despedido contra la barandilla de la presa, recibiendo un golpe contundente en la cabeza y dejánodole inconsciente.

Todos se enfadaron, el segundo de los Gazimon en atacar se abalanzó sobre Bearmon corriendo por su derecha. Sin previo aviso le lanzó un zarpazo, a lo que el osezno le respondió con un movimiento ágil, agarrando a Gazimon por su pata delantera haciendo una llave al estilo de judo lanzándolo por encima de la presa al agua.

- "Bearmon... Es increíble... ¿Cómo es que es tan fuerte de repente?"

-  ¡Oye...! ¿¡Que cojones haces enano!?

Otro de los Gazimons armó en cólera y reventó uno de los bidones que tenía cerca afilando sus zarpas, que relucían rojas con la luz de la puesta de sol.

- ¡Te voy a abrir en canal!

Corriendo hacia nosotros iba arañando el suelo con sus zarpas. El sonido de las zarpas rasgando el suelo y las chispas saltando contrastaban con el viento y las gotas del torrente de agua. Bearmon permanecía tranquilo. Esperando al momento oportuno.

-  ¡Golpe de Oso!

Bearmon dio un poderoso golpe furioso al Gazimon, mandandolo a volar por los aires, reventando varios montones de cajas apiladas. Bearmon conteniendo la respiración expulsó el aire profundamente, me recordaba a un pequeño maestro de artes marciales.

-  ¡Suficiente gusano! ¡Ataquemos todos a la vez! ¡Aliento paralizante!

En formación triple los Gazimon restante saltaron desde tres flancos diferentes. Dos de ellos atacaron con su Aliento Paralizante, una nube de gas que impactó de lleno en Bearmon quedando paralizado por el malicioso ataque.

-  ¡Vas a ver imbécil! ¡Muerete como el resto de tu familia!

El Gazimon cabecilla se disponía a dar el golpe final, no podía permitirlo.

- ¡Ni lo sueñes, sarnoso!

Asi que cogí uno de los bidones que teníamos cerca y se lo lancé con todas mis fuerzas. Como no se lo esperaba le golpéo en toda la cara dejándolo aplastado y aturdido. Los otros dos Gazimons se miraron en confidencia y echaron a correr.

- Por el momento ha acabado.

Fui corriendo hasta Bearmon quien ya se había recuperado de la paralisis de los ataques de Gazimon. El osezno estaba arrodillado, con una pierna flexionada y los puños en el suelo. Parecía que había hecho un gran esfuerzo, jamás lo hubiera pensado, parecía un excelente luchador.

-  ¡Bearmon! No te muevas... Lo has hecho muy bien.

Me puse a su lado y le ayudé a ponerse de pie. Le agarré del brazo y con cuidado le hice de apoyo para que pudiera caminar.

- Estoy bien. Me has... ¿ayudado...?

-  ¿Cómo?, no se que esperabas que hiciera, pero desde luego que no te iba a dejar pelear solo.

Su cuerpo temblaba un poco, y su respiración estaba acelerada. El pobre intentaba volver a una un estado más normal, no se por qué pero sus ojos no dejaban de mirarme con un ligero toque de admiración. Bearmon entre abrió un poco su boca como si fuera a decir algo... Aunque solo se quedó en eso. Aparto la mirada soltando un pequeño suspiro y se separó de mí.

-  Tenemos que irnos ya humano, rápido, ¡al bosque!

Agarrando fuerte mi mano salimos corriendo dirección a la ladera de la montaña donde empezaba el bosque. No podía creer lo que acababa de pasar, Bearmon no solo me había protegido sino que había derribado a varios de los Gazimons.

La presa era larga, ya estabamos a punto de llegar al final de la pasarela.

Escuchamos de nuevo gritos de los Gazimons que nos llamaban desde la entrada.

No miramos atrás.

De haberlo hecho, quzá habríamos podido percibir el ataque que Fangmon había disparado antes de que nos golpease de lleno...

Todo se volvió negro y las fuerzas me abandonaron, lo ultimo que recordaba era como me precipitaba sobre las ramas de los árboles de la ladera de la montaña, mientras escuchaba el grito de Bearmon desvanecerse...

DIGIMON SURVIVE - CROSSROADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora