CAPÍTULO 2 - Nuestra fantástica realidad

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-"Otra noche más sin soñar nada."

-"Al menos he podido descansar, ni bosques, ni monstruos ni sueños por el estilo..."

Miré por la ventana y estaba lloviendo... Como odio los días así. Se que hay personas a las que les encanta este tiempo y ¡desde luego yo no soy una de ellas!

Cogí el V-Pet que había dejado encima de mi mesa la noche anterior, los sprites se movían tranquilamente entre las sábanas de su cuna, aún les quedaba un rato para levantarse.

- Aunque no he soñado nada, al menos os tengo a vosotros dos, ¡que ganas de que evolucionen!

Era la versión morada del veinte aniversario, el plastico era semitransparente. En esta edición me parece que si concetabas con cinco personas diferentes desbloqueabas a Lunamon. No era mi caso, ya que solo había podido jugar con mi amiga Sandra (otra gran friki de Digimon que fué la que me regaló el V-Pet por mi cumpleaños.)

La mañana transcurrió como de costumbre... Mi madre sacandome de quicio, mi perro desobediente, mi hermano dormilón... Me alisté y fuí al tren para ir a trabajar. De camino iba pensando en mis cosas cuando el tren se paró en seco.

La megafonía del vehículo comenzó a sonar:

-SEÑORES VIAJEROS, ESTE TREN FINALIZA SU RECORRIDO EN ESTA ESTACIÓN DEBIDO A COMPLICACIONES EN EL TRAYECTO - REPITO - SEÑORES VIAJEROS... -

Las quejas inundaron el vagón. Estábamos todos medio sobados, mojados, acalorados y bastante cansados.

- ¡SIEMPRE IGUAL, CADA VEZ QUE DAN LLUVIAS FUERTES OCURRE ALGO!

- ¡NO PUEDO LLEGAR TARDE, HOY NO! ¡¡VAYA SEMANITA QUE LLEVAMOS!!

Entre quejas y empujones la gente fue saliendo del tren a un andén incluso más hasta arriba de gente (estaban como locos, menudos golpes dan.)

A duras penas conseguí salir hasta un pasillo donde pude sacar mis brazos.
Saqué el teléfono y busqué una ruta alternativa a mi trabajo.

- "Hoy va a ser un día de los que me gustan a mí..."

Unas escaleras y pasillos más tarde estaba en otro andén, que estaba más o menos igual, quizá un poco menos lleno pero aún así...

Eché la mano al bolsillo buscando mil V-Pet... Miré en el otro bolsillo y nada... Me puse un poco nervioso y miré en el bolsillo interior de la chaqueta y en los del pantalón vaquero...

No estaba.

-" ¡No! Mierda... ¿¡Para qué quiere la gente un V-pet!? !!Si debo de ser el único jugando ahora!!"

Me puse como loco a buscar por todas partes mientras la gente salía del andén.

El tren pasó con un fuerte estruendo y chasquidos de electricidad que se comieron el sondo de mis quejas maldiciendo todo lo maldecible.

Como una manada de búfalos la gente salió corriendo para subir al tren, que como no era de extrañar venía atestado de gente. No tardó en comenzar una discusión entre los maquinistas, los pasajeros, y las personas del andén.

Yo ya no quería saber nada más de ese día. No llevaba ni dos horas despierto y ya me lo habían destrozado.

- "Es muy temprano para toda esta mierda..."

Cabreado saque el teléfono y me puse nuevamente a buscar una alternativa.

Me llegaron notificaciones de mis amigos que habían estado hasta las tantas jugando, seguro que estaban en casa durmiendo... La Pandemia les había venido bien, todos ellos teletrabajaban menos yo. Al parecer mi trabajo que se hace en el ordenador del trabajo no puedo hacerlo en mi ordenador de casa... Una parte de mi deseaba estar igual que ellos, aunque ese era un lujo que no me podía permitir.

La aplicación me indicó una ruta alternativa. No había estado nunca en ese lugar, pero según el teléfono podía corregir el rumbo tomando ese tren y cogiendo un metro, más luego caminar bajo la lluvia.

Así que eso hice, asqueado, abandoné la estación y fui al metro más cercano. Otra gente había hecho lo mismo, nos agolpabamos en los tornos, creo que empujé a alguno y se molestó, pero me daba igual, echaba humo por las orejas.

Estaba demasiado disgustado y cabreado como para pensar en otra persona ahora mismo.

No se si se nota, pero odio el metro.

Los pasillos eran largos y laberínticos, a medida que avanzaba más ramales salían.
Personalmente me agobiaba un poco, y más hoy estando todo el ambiente cargado de calor húmedo por la lluvia.

Tras deambular un rato encontré el andén justo cuando los pitidos comenzaban a sonar. ¡El tren estaba a punto de salir!

- "¡Mierda, no puedo perder más tiempo!"

De un salto rabioso bajé los escalones que me quedaban y salí corriendo. Con un poco de esfuerzo conseguí colarme entre las puertas que se estaban cerrando, con tan mala pata de que se me quedó enganchada la mochila.

- Oh, ¡venga ya!

Del tirón que pegué me caí al suelo. Maldiciendo por lo bajo me quedé quieto unos segundos...

- Je... que vergüenza...

Con el tiempo había aprendido que cuando te caes o haces el payaso en público lo mejor es reirse. Sobretodo si eres tan patoso como yo.

- "Espero que no me haya visto mucha... "

El metro estaba completamente vacío.

- "Gente..."

Instintivamente, volví a echar la mano a mi pantalón buscando el V-Pet... Pero solo encontré el nudo de la costura del bolsillo del pantalón...

DIGIMON SURVIVE - CROSSROADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora